El gobierno italiano confirmó ayer su voluntad de obtener la extradición de Brasil del ex militante de extrema izquierda, Cesare Battisti, condenado a prisión perpetua en Italia y detenido el miércoles en la frontera brasileña con Bolivia. Ayer, Battisti declaraba ante un juez en Brasil.
Italia reclama desde hace años la extradición de este militante, condenado por asesinatos y símbolo de los “años de plomo” y los grupos armados en Italia.
"Hoy trabajamos con el embajador italiano en Brasil, Antonio Bernardini, para traer a Battisti a Italia y entregarlo a la Justicia. Seguimos trabajando con las autoridades brasileñas", declaró el ministro italiano de Exteriores, Angelino Alfano.
Ex integrante del grupo Proletarios Armados por el Comunismo, Battisti, hoy de 62 años, fue condenado en Italia a prisión perpetua por 4 homicidios ocurridos en la década de los 70 y huyó a Brasil en 2004, donde vivió en la clandestinidad y fue luego detenido en 2007 en Río de Janeiro.
Dos años después, a pedido del país europeo, la Corte Suprema brasileña autorizó su extradición, que fue negada en 2010 por el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Desde 2007, Battisti estuvo encarcelado 4 años cerca de Brasilia antes de ser puesto en libertad en junio de 2011.
La última demanda de extradición por parte de Italia fue el 25 de setiembre y, según los medios italianos, el presidente brasileño Michel Temer se habría mostrado favorable, lo que pudo motivar el intento de fuga de Battisti hacia Bolivia.
El italiano fue detenido el miércoles en Corumbá, ciudad fronteriza con Bolivia, en posesión de una importante cantidad de dinero. Es sospechoso de cometer un delito de evasión de divisas.
Battisti se ha declarado siempre inocente de los crímenes que se le imputan, aunque afirma “tener una mirada crítica sobre su pasado, aunque sin arrepentirse”.
En junio de 1979, Battisti fue detenido en Milán en el marco de la investigación por uno de los homicidios. Fue condenado a 12 años de prisión por participación en banda armada, pero consiguió evadirse de la prisión de Frosinone, cerca de Roma, y huir a Francia y luego a México, antes de retornar a Francia.