La mayor parte de los viajeros que deciden conocer Roma, la capital italiana, piensa en planificar una escapada urbana y resigna el turismo de sol y mar para sus próximas vacaciones.
Sin embargo, la realidad es que se puede hacer todo en un mismo viaje: a sólo una hora de Roma se localiza una pequeña ciudad costera, Anzio, de arenas doradas y aguas cristalinas. En este destino, no hay mejor plan que terminar el día disfrutando de la gastronomía local a base de pescados y mariscos frescos, en un restaurante con vistas al mar.
En tren
Anzio se ubica a 51 kilómetros de Roma. La manera más fácil de llegar es tomando un tren desde la estación de Termini hacia el centro de la ciudad pesquera. Si bien no es necesario comprar el boleto con anticipación, siempre es mejor asegurarse el lugar. El procedimiento es muy simple y puede hacerse a través del sitio web de Trenitalia.
Una vez en destino, desde la estación de tren de Anzio hay que caminar unos 15 minutos hasta la playa.
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Si la estadía se prolonga…
Quienes visiten Anzio más de un día deben escaparse también a la isla de Ponza, otra joya escondida en territorio italiano.
Suele ser uno de los destinos más elegidos por los romanos a la hora de vacacionar, no sólo por su cercanía sino también por la belleza de sus paisajes.
En este lugar, donde el tiempo transcurre a otro ritmo y se disfruta de las cosas simples, la prioridad es pasar tiempo en la playa y, por qué no, hacer buceo para explorar el mundo que se esconde bajo el agua.