Las autoridades israelíes temen que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una segunda resolución antes de la salida de Barack Obama sentando los parámetros para un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos, pero planea aprobar esta semana nuevas construcciones en las colonias.
El primer ministro israelí se considera directamente atacado por la saliente administración estadounidense de Obama, a quien acusó ayer de haber maquinado personalmente y junto al jefe de su diplomacia, John Kerry, la resolución condenatoria de las colonias israelíes que fue aprobada el viernes en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, rechazó la resolución de condena de la ONU y advirtió que no se someterá a ella, además de aprobar una serie de medidas diplomáticas contra los países que la apoyaron.
Fuentes oficiales israelíes reconocen que existe el temor de que haya una segunda intervención internacional antes de la salida de Obama, dentro de poco más de tres semanas.
En la reunión del domingo del Gabinete de Ministros se alertó sobre la posibilidad de que Washington promueva una nueva resolución del Consejo de Seguridad, que podría establecer parámetros determinados para el reinicio de las negociaciones de paz y sobre el resultado de las mismas, informó hoy la emisora de radio israelí, Kol Israel.
La resolución, del viernes, que obtuvo catorce votos a favor, fue aprobada gracias a la crucial abstención de Washington, que ponía fin así a décadas de apoyo incondicional a su aliado en el Consejo de Seguridad y de vetos reiterativos en cualquier cuestión relacionada con el conflicto palestino-israelí.
Tras la resolución de condena, Israel planea aprobar esta misma semana la edificación de 618 nuevas viviendas en el territorio palestino ocupado de Jerusalén Este, informó ayer el diario Haaretz.
Hoy se reunirá el Comité Local de Planificación y Construcción de Jerusalén, en un encuentro planificado antes de la condena de la ONU y en el que se espera se aprueben 282 viviendas en el asentamiento de Ramat Shlomó, 140 en el de Pisgat Zeev y otras 216 en Ramot, además de otras que podrían añadirse en estos dos últimos.
Una portavoz de la Alcaldía señaló que “construir en Jerusalén, la capital del Estado de Israel, es esencial para el desarrollo de la ciudad” por lo que seguirá haciéndolo “para el beneficio de todos los residentes, judíos y árabes”.
La próxima conferencia internacional, convocada por París para mediados de enero, podría también servir como plataforma para que la comunidad internacional tome cartas en la cuestión palestino-israelí y exprese su postura respecto a la resolución del enquistado conflicto.
Lieberman pidió a judíos franceses irse a Israel
El ministro de Defensa de Israel, Avigdor Lieberman, criticó duramente ayer la Conferencia Internacional de Paz sobre el conflicto israelí-palestino del 15 de enero en París al decir que “no es una conferencia de paz; es un auténtico tribunal contra el Estado de Israel”, al tiempo que instó a los judíos de Francia a ir a Israel.
El político ultraderechista dijo ante la prensa que el verdadero objetivo de la conferencia es dañar la seguridad y la buena imagen de Israel y la calificó como “una versión moderna del juicio a Dreyfus” con la diferencia que “hoy no está en el banquillo un judío sino todo el pueblo de Israel”.
Alfred Dreyfus (1859-1935), un capitán francés de origen judío, fue acusado de haber revelado secretos militares al imperio alemán en un juicio promovido por fuerzas antisemitas francesas. El escritor Emile Zola en su artículo “Yo acuso” y la izquierda francesa, salieron en defensa de Dreyfus, quien finalmente fue absuelto el 12 de julio de 1906.