Israel decidió ayer cerrar la Ciudad Vieja de Jerusalén a los palestinos, tras los ataques que se cobraron la vida de dos israelíes, en lo que el primer ministro Benjamin Netanyahu definió como “combate a muerte contra el terrorismo palestino”, lo que hace aumentar la tensión en la región.
El casco antiguo de Jerusalén, que suele estar muy concurrido, tenía ayer un aspecto de ciudad atrincherada, con las tiendas cerradas, los callejones casi vacíos y las puertas custodiadas por cientos de policías.
Es la primera vez que las autoridades toman esta medida, según la portavoz de la policía, Luba Samri. Durante 48 horas sólo los israelíes, los residentes de la Ciudad Vieja, turistas, empresarios y estudiantes podrán entrar.
Según Samri, esta medida impedirá que la inmensa mayoría de los palestinos de Jerusalén Este, que viven fuera de la Ciudad Vieja, puedan acceder a esa parte de la ciudad. Los árabes israelíes sí podrán entrar en la zona, precisó.
El acceso a la explanada de las Mezquitas ha sido prohibido a los hombres de menos de 50 años, una medida utilizada habitualmente en momentos de tensión. No habrá restricciones de acceso para las mujeres, añadió Samri.
Según un balance de la Media Luna Roja palestina, al menos 77 palestinos resultaron heridos por disparos israelíes en las últimas 24 horas, 18 por balas reales y 59 por balas de goma. Además, 139 fueron tratados por haber inhalado gases lacrimógenos y otros 6 por haber recibido golpes de soldados o colonos israelíes.
En la Cisjordania ocupada también aumentó la tensión. Ayer a la tarde, decenas de jóvenes palestinos se enfrentaron con soldados israelíes a la salida de Ramala cerca del punto de paso de Bet El.
Anoche, un joven palestino, Othman Suleiman, de 18 años de edad, fue abatido en los enfrentamientos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró ayer que su país está “librando una lucha a muerte contra el terrorismo palestino”, y ordenó nuevas y duras medidas tras los ataques que cobraron la vida de dos israelíes en Jerusalén.
“Estas medidas incluyen, entre otras, la demolición más rápida de las casas de los terroristas”, dijo a su regreso de Nueva York, tras haber hablado en la Asamblea General de la ONU.
El primer ministro instruyó en cuanto a medidas "para prevenir el terrorismo, así como para disuadir y castigar a los agresores".
Por su parte, el secretario general de la ONU Ban Ki Moon, "está profundamente preocupado de que estos últimos incidentes marquen un peligroso avance hacia una escalada", señaló un comunicado, haciendo un llamado a la calma.
En una conversación telefónica con Ban, el presidente palestino Mahmud Abas, pidió la protección internacional del pueblo palestino ante los ataques de los colonos, señaló la presidencia.
En realidad, hacia las 9.30, ningún palestino -hombre o mujer- podía entrar a la Ciudad Vieja, y sólo podían hacerlo quienes tenían un pasaporte extranjero o un carnet de identidad israelí.
Unas 50 mujeres musulmanes y un grupo de hombres protestaban ante la puerta de los Leones, la única que permanece abierta. Luego manifestaron por los callejones del casco antiguo, antes de que la policía les cerrara el paso.
“Es mi deber nacional y religioso defender Al Aqsa”, la mezquita que se encuentra en la explanada, explicó Um Mohamed, una árabe israelí.
El gobierno palestino criticó la decisión de Israel en un comunicado en el que denunció “la política de escalada de las autoridades de ocupación israelíes” en “Jerusalén y en Cisjordania ocupada”.
En la madrugada de ayer, el ejército israelí había llevado a cabo una operación en el campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania ocupada, para intentar detener en su casa a un responsable de Hamas, Qais al Saadi, según indicaron responsables palestinos.
Dos palestinos resultaron heridos de bala. La operación militar y el cierre de la Ciudad Vieja se produjeron después de dos ataques palestinos contra israelíes en la noche del sábado.
Ataque terrorista
Un palestino de 19 años, presuntamente miembro de Estado Islámica-, mató a dos israelíes e hirió a una mujer y a un niño con arma blanca y de fuego en la Ciudad Vieja, antes de ser abatido por la policía.
Horas después, otro palestino hirió gravemente a cuchilladas a un transeúnte en la parte oeste de la ciudad antes de ser abatido por las fuerzas del orden. Al menos 8 israelíes y 29 palestinos han muerto en 2015 en actos violentos vinculados al conflicto.