Hogar, dulce hogar. La sentencia no admite segundas lecturas. Y hasta suena contradictoria. Porque en tiempos donde se trabaja (y debate) sobre la vuelta al Feliciano Gambarte, Godoy Cruz demuestra que el estadio Malvinas Argentinas es su verdadera casa futbolística.
Nadie en su sano juicio podrá negarlo. Porque, desde aquel lejano 18 de junio de 2005 (último partido oficial en la Bodega), allí es donde el Tomba construyó su historia grande: dos ascensos a Primera División, cuatro clasificaciones a torneos internacionales (tres Copas Libertadores y una Sudamericana), históricos triunfos antes los gigantes del fútbol argentino.... Y en este torneo, ni más ni menos, donde cosechó todos los puntos que cuenta en la tabla de posiciones. Casi nada, casi todo.
Volvió el viejo Tomba. Entre cinco y diez minutos necesitó Godoy Cruz para acomodarse en el partido. Sin dudas, al equipo de Méndez lo favoreció el planteo de un adversario que de ninguna manera salió a esperarlo.
La presión ofensiva de Tigre y el hecho de plantarse en campo tombino, le permitió a Godoy Cruz explotar espacios con la velocidad de su juego de ataque directo.
El gol de Angelito González (definición a lo Romario, de ‘puntín’ adentro del área) sirvió para desarticular el planteo de Pedro Troglio. Y la clave del gran primer tiempo del equipo de Sebastián Méndez tiene su razón de ser, principalmente, en la movilidad de los de arriba.
El tándem de volantes flotando por detrás y a los costados de Ayoví no sólo tuvo la capacidad de no estacionarse en posiciones fijas sino que, además, contó con la inteligencia para entender por dónde desequilibrar al adversario en el mano a mano.
En ese juego asociado y los movimientos estuvo el punto de inflexión. Volvió el Tomba de los toques, la circulación del balón y el desequilibrio constante en el cuerpo a cuerpo. Mejoró el primer pase de ‘Pol’ Fernández (bien relevado por el Negro Correa), Silva volvió a ser el mediapunta veloz e incisivo del torneo pasado y Ayoví, como siempre, se anotó con un golcito en la fortaleza.
El Tomba estaba más cerca del 3-0 que Tigre del descuento. Sin embargo, esto último fue lo que sucedió. Lógicamente, en el complemento mermó la intensidad. Tigre no inquietó, pero se adueñó de la pelota y la administró en campo adversario. El pecado de Godoy Cruz fue perdonar en la contra. Falló en la definición, pero no falló en la suya: islas tombinas.
Horas claves por los refuerzos
Hasta el martes Godoy Cruz tiene tiempo para concretar el refuerzo ante la lesión de Juan Andrada. Por eso, no hay dudas que se vienen horas definitorias en la Bodega.
Los dirigentes ya están en plenas gestiones para hacerse del cupo que permite AFA, y todo indica que Danilo Ortiz se encuentra a un paso de retornar a la institución. El defensor está terminando los trámites de nacionalización para no ocupar plaza de extranjero, algo clave ya que el Tomba cuenta con el ecuatoriano Ayovi, el paraguayo Viera y los uruguayos Maxi Sigales y el Morro García.
El zurdo está en Racing, y no fue concentrado para el partido de hoy, pensando que está muy cerca de subirse al Expreso. El jugador, sin lugar en la Academia, ya dio el visto bueno para el retorno.
Sebastián Méndez apostó a un conocido en la defensa, teniendo en cuenta que está muy complicado el mercado como para conseguir un volante central. De todas formas, se sigue soñando con Mario Bolatti (difícil por su alto contrato) y hubo un llamado a River para conocer la situación de Nicolás Domingo, mientras que también está en carpeta Nelson Acevedo.
Hoy la dirigencia tiene como objetivo principal sustituir a Andrada, sabiendo que en el receso tiene la chance de incorporar cuatro futbolistas más. Los puesto a cubrir por el Gallego son un defensor, un volante derecho (¿Fernando Zuqui?), un mediocampista central, uno ofensivo y un atacante que pueda moverse por izquierda. ¿Gonzalo Díaz?
Derrota en Reserva
El Tombita recibió a su par de Tigre en el Feliciano Gambarte. Si bien Godoy Cruz comenzó dominando la pelota, no logró llevar peligro al área rival; por su parte, la visita fue contundente y dos ataques letales le bastaron para quedarse con la victoria.
En el primer tiempo, el local trató de manejar los hilos del partido pero no estaba claro en tres cuartos de cancha. La visita, esperaba y lastimó en la primera y única situación clara del partido hasta el momento.
Iban 35’cuando Daniel Balmaceda quedó frente a Sebastián Moyano y mandó la redonda al fondo de la red. En el complemento, Tigre volvió a lastimar y liquidó el encuentro, tras una gran jugada entre Claudio Spinelli y Agustín Fidalgo, quien facturó.