Apenas comenzó el Mundial pero ya los analistas de un banco danés realizaron un estudio socioeconómico en el que designan un campeón sorprendente para el torneo: la debutante Islandia. Ese estudio aplica a los países participantes en el Mundial una serie de criterios, varios de ellos económicos, financieros y sociales, con lo cual lo deportivo queda atrás.
Según el Saxo Bank, las grandes potencias latinoamericanas del fútbol no tienen ninguna opción de ganar los partidos de la economía real, debido a las grandes desigualdades en sus poblaciones.
En cambio, Islandia y Dinamarca, serían líderes en sus respectivos grupos de la primera fase y seguirían avanzando hasta una ficticia final del torneo, donde los primeros serían los campeones.
El estudio analiza la potencia socioeconómica de los participantes en el Mundial estudiando su inflación, su tasa de paro, sus resultados bursátiles (o en el mercado petrolífero en el caso de Irán), el perfil de los inversores y el coeficiente Gini (un indicador de desigualdades).
En ese Mundial imaginario del Saxo Bank, Japón sería capaz de derrotar a Alemania en el duelo por el tercer puesto, mientras que Corea del Sur, Suiza, Australia y Suecia también realizarían un gran torneo.
Brasil y Argentina, dos de las favoritas en el torneo real, serían eliminadas en la fase de grupos, lastradas por su mal coeficiente Gini.