Isabel Allende comienza todos sus libros un 8 de enero. Pero cuando ese día arribó este año, la escritora estaba pasando por un bloqueo creativo.
La costumbre comenzó por un asunto de superstición. Allende empezó a escribir su primer libro, "La casa de los espíritus", en esa fecha y fue un éxito literario internacional. Entonces lo hizo su disciplina, pero este fue un año raro (no lo llamaría uno malo), un año que estuvo alejada de la escritura tras haber sufrido grandes pérdidas: las de su publicista, dos amigos e incluso su adorado perro. Su matrimonio de casi tres décadas también se había terminado.
"Así que, este año, el 7 de enero, me pregunté: ¿qué diablos voy a escribir mañana? Y sentí que no tenía nada de nada", dijo Allende en una entrevista con The Associated Press, en la que habló en inglés. "No pude escribir una palabra ni una oración en esa página".
Los 21 libros de Allende han sido traducidos a 35 idiomas y han vendido más de 67 millones de ejemplares alrededor del mundo. Y aun así la autora dice que le tomó semanas poder recuperar "el ritmo de la escritura". Su nuevo libro todavía "no tiene forma, ni siquiera un título provisorio". Allende sabe que un personaje será un inmigrante, y que el tema de los refugiados estará presente de algún modo. El resto, es un trabajo en elaboración.
"Pero sé que tendré amor de alguna forma, porque en este momento en el que no tengo amor, lo quiero. No estoy demasiado vieja como para enamorarme", dijo la escritora de 73 años, cuyo discurso en TED de 2014 sobre vivir apasionadamente sin importar la edad ha sido visto más de 2,7 millones de veces.
La novelista chilena-estadounidense estuvo casada con el abogado y novelista William Gordon 27 años. ¿Por qué terminaron?
Existe un factor de suerte en el amor, dice Allende, y a veces las circunstancias interfieren.
"Y eso, creo, es lo que ocurrió entre Willy y yo", dijo. "Juntos, perdimos tres hijos. Yo perdí a Paula y él perdió dos hijos debido a las drogas. Muy pocas parejas sobreviven la pérdida de un hijo. ¿Te imaginas tres?".
Allende escribió el libro de memorias "Paula" como una carta para su hija mientras ésta estaba en coma, a causa de desorden metabólico hereditario. Escribió una secuela, "La suma de los días", para actualizar a Paula sobre todo lo que había ocurrido en el mundo desde su muerte en 1992.
Su más reciente obra publicada es "El amante japonés", sobre un apasionado romance entre una refugiada judía de la Polonia ocupada por los nazis y un jardinero japonés-estadounidense, en la que explora los temas de la memoria y la vejez.
"Ahora, emocionalmente, estoy bien. Estoy viviendo sola con mi otro perro, el que sigue vivo. Estoy ocupada, interesada en el mundo", dijo Allende.
Ese interés en el mundo es vasto. Le preocupa el ascenso del aspirante republicano a la presidencia Donald Trump, que tiene en la mira a inmigrantes y musulmanes. Allende dice que Trump es efectivo porque los trabajadores de clase media-baja en Estados Unidos sienten que les han quitado el poder.
"Estas personas ya no creen en el sueño americano", dijo Allende. "Trump culpa a los inmigrantes. Encuentra un chivo expiatorio, como Hitler encontró un chivo expiatorio con los judíos. Pienso que es realmente aterrador. Es bueno que podamos ver que la ira está ahí y que la población está ahí y que tenemos que escucharla. Pero también tenemos que parar a Trump".
Allende trabaja para ayudar a refugiados y promueve la planificación familiar a través de la Fundación Isabel Allende, que empodera a mujeres y niñas alrededor del mundo. En Chile, eso significa trabajar para cambiar lo que ella llama una ley "medieval" de la era de la dictadura que prohíbe el aborto, incluso para mujeres que han sido violadas o cuyas vidas están en peligro.
También tiene mucho que decir del oficio que la hizo famosa.
"La disciplina es importante porque uno puede tener ideas maravillosas, pero si no se sienta las horas suficientes del día para poner esas ideas en la computadora, para trabajar en esas ideas, es inútil", explica.
"Siempre lo comparo con el deporte. Si uno quiere competir en un deporte, uno entrena, entrena y entrena. A nadie le importa tu entrenamiento, solo tu desempeño. Lo mismo es con la escritura: miles y miles de páginas de borradores se van a la basura por cada página publicada".
Allende ha sido reconocida con más de 50 premios literarios en 15 países y 14 doctorados honorarios alrededor del mundo. Sus obras han sido llevadas al cine, al teatro, a la ópera, el ballet. ¿Cómo le gustaría que la recuerden?
"Los hombres piensan sobre su legado; las mujeres no. Nosotras somos más realistas. Sabemos que no podemos controlar nuestra imagen, nuestro dinero y nuestro legado desde la tumba", dijo Allende. "Probablemente yo sea recordada por un tiempito por mis nietos, mi hijo, mis bisnietos quizás, si tienen la oportunidad de conocerme antes de que muera, y eso es todo. Y espero que ellos puedan recordar que soy una buena escritora y una persona generosa".
Se ríe, y agrega: "También espero que no recuerden todas las otras cosas que no son tan buenas".