Irrigación: así es el ente que puede recibir Marinelli

Días atrás, Cornejo propuso al secretario de Servicios Públicos como futuro “gobernador del agua”. Si pasa el filtro del Senado, administrará un presupuesto de $ 510 millones. El detalle.

Irrigación: así es el ente que puede recibir Marinelli

El gobernador Alfredo Cornejo eligió al actual secretario de Servicios Públicos, Sergio Marinelli, como candidato a ocupar el cargo de Superintendente del DGI.

Poco se sabe qué preparación previa tiene el sanrafaelino para eso. Sólo que es ingeniero agrimensor y que ha ocupado algunos cargos clave, como director del EPAS y subsecretario de Ambiente, entre otros.

El funcionario no ha querido hablar al respecto. Dicen que lo hará “después de la audiencia pública”, el 12 de abril.

Lo que sí es posible conocer entonces, es en qué condiciones recibirá, de manos del justicialista José Luis Álvarez, al ente que administra el abastecimiento acuífero de todas las zonas irrigadas de Mendoza, unas 400 mil hectáreas.

Si Marinelli accede al cargo de "gobernador del agua", lo que se sabrá el 18 de abril tras la sesión de acuerdo del Senado, encontrará un organismo cuyo presupuesto no llega al 1% del de la provincia (0,78%).

La pauta de gastos 2017 del DGI es de $ 510.180.000, según la resolución 641 del Tribunal Administrativo (la pauta provincial es $ 66.957,7 millones).

Si bien le toca al Gobernador proponer al superintendente, el DGI -contemplado en la sección VI de la Constitución provincial (artículos 186 al 196)- es un ente autónomo y autárquico. Es decir que la provincia no lo incluye en su presupuesto, lo que significa que esos $ 510 millones provienen exclusivamente de sus ingresos.

Para ello, unos 90 mil regantes pagan una cuota mensual que en hoy promedia $ 900 anuales por hectárea regada, siempre que lo que paguen sea el coeficiente "riego agrícola", considerado la unidad de medida para ese fin. Algunos pueden pagar hasta 4 veces más, cuando se trata, por ejemplo, de "riego recreativo".

De ese presupuesto, la sede administrativa central absorbe $ 92,5 millones. Unos 120,6 millones se reparten en las 6 subdelegaciones de cuencas (de los ríos Mendoza; Tunuyán inferior; Tunuyán superior y Tupungato; Diamante; Atuel y Malargüe, Grande, Barrancas y Colorado).

Otros $ 130 millones van para aguas subterráneas y el resto va a control de contaminación ($ 29 millones); obras menores ($ 77 millones); red telemétrica ($ 26 millones); fondo de desarrollo hídrico ($ 18 millones) y generación hidroeléctrica ($ 11,6 millones).

Según funcionarios del DGI, “el 44% del presupuesto se destina a sueldos”.

Mucho se ha dicho, sobre todo tras las denuncias del diputado radical Gustavo Villegas (que aspiraba a la Superintendencia), que Álvarez había intentado ubicar personal en la planta. Sin embargo en su entorno se jactan del "ajuste" hecho en los últimos cinco años, ya que dejan el Departamento con menos gente que cuando lo recibieron. "En 2012 había 559 empleados y ahora son 548", remarcan.

La información a la que accedió Los Andes señala que el sueldo "promedio" del personal va de $ 16 mil a $ 17 mil. "En la última paritaria se garantizó que nadie cobre menos de $ 10 mil", dicen los informantes, y señalan que, al igual que en la mayoría de los casos de los estatales, la paritaria 2017 se cerró con 17% de aumento (10% en febrero y 7% desde julio).

Quien más cobra es el superintendente, cuyo haber ronda los $ 60 mil de bolsillo. “Siempre se buscó que no reciba más que el gobernador de Mendoza”, añaden los voceros.

El “mundo Irrigación” también contempla 143 inspecciones de cauce, cada una con un inspector y tres delegados. Ninguno cobra sueldo, aunque los inspectores reciben viáticos que promedian $ 9.500 por mes. El presupuesto de las inspecciones de cauce abarca $ 300 millones, que no salen  del presupuesto del ente.

Sobre lo administrativo, la gestión saliente dice que “no hay deudas” con proveedores. “Los pagos nunca se demoran más de 15 días”, agregan.

Advierten que la disponibilidad de fondos es tal, que el próximo superintendente “no tendrá que preocuparse” por pagar sueldos. Es que al parecer Álvarez hizo los deberes y armó un “colchón” de ahorros. “Hay para pagar diez nóminas”, dicen.

Las obras

Mendoza tiene 12.500 kilómetros de canales, de los cuales sólo está impermeabilizado poco más del 10%. De hecho, en 2012 había 1.200 km impermeabilizados, y la gestión Álvarez añadió 200 km más. "Hicimos más de 120 km de canales nuevos" recuerdan los funcionarios salientes.

La mayoría de las grandes obras requieren de financiamientos externos al DGI, provinciales, nacionales y, en muchos casos, internacionales.

Entre las que se están haciendo, y que le tocará al nuevo superintendente terminar, está la impermeabilización de las quinta y sexta zonas de riego (Lavalle y San Martín), donde se canalizan 86 km y revisten 46 km, respectivamente.

En ambos casos, la financiación proviene del BID, con gestión de UCAR (Unidad de Cambio Rural), que preside el mendocino Alejandro Gennari. La inversión ronda $ 600 millones.

En esas zonas también se construyen tres reservorios que ocupan 40 hectáreas y contendrán un millón de metros cúbicos de agua de riego. La inversión es de $ 300 millones.

Otra obra que se trabaja en estos días es la unificación arroyo Villegas-canal La Pampa, en la zona del Alto Tunuyán. La idea es terminar los trabajos en mayo próximo. La inversión es $ 91 millones, $ 59 millones llegan del Banco Mundial; $ 25 millones son aportados por la provincia y  $ 6,5 millones pone el DGI.

Pero más allá de éstas y otras obras, en Irrigación hay un “banco de proyectos”, que surgió tras un acuerdo con la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).

Entre los proyectos ya fomulados allí, está el sistema integral Cacique Guaymallén y la modernización de los sistemas Rama-Chimbas; Santa Rosa-La Paz y Luján Sur. La inversión planificada asciende a unos 147 millones de dólares, dinero que le tocará gestionar al próximo superintendente de Irrigación.

El camino de Marinelli

La postulación de Sergio Marinelli fue anunciada el pasado 28 de marzo. Ese mismo día su pliego ingresó al Senado -con el expediente número 69.182-, y tomó estado parlamentario, a pedido del radical Juan Carlos Jaliff.

El 30 de marzo, la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC), que preside Marcelo Rubio, emitió el edicto que fija el período de adhesiones u objeciones a la postulación de Marinelli. Ese tiempo dura 7 días corridos, hasta el 6 de abril. Después hay tres días más para que se eleven las respuestas (si hay objeciones).

El 12 de abril, a las 11.30, se realizará la audiencia pública (que será convocada el 7 del corriente). En tanto que la sesión de acuerdo del Senado se realizará el próximo 18 de abril. Si la votación (secreta) favorece a Marinelli, podrá asumir el 27 de abril, cuando, como dice la Constitución, se cumplan los 30 días de todo el proceso.

Una obra "faraónica"

En el banco de proyectos acordados por Irrigación con la FAO, se encuentra el del Sistema Integrado Cacique Guaymallén.

Podría decirse que será una obra “faraónica”, ya que se buscará impermeabilizar un canal que en la actualidad posee una longitud de 38 kms (aunque sólo tiene revestidos ocho), e involucra a siete municipios.

En base al vínculo con la FAO, en 2013 comenzaron los estudios de factibilidad de las diferentes tareas que se deberán realizar. La conclusión fue que se necesitarán 46 pequeñas obras, que tendrán que encarar de manera conjunta los gobiernos municipales, la provincia e Irrigación.

La proyección señala que se beneficiará a más de un millón de habitantes, en una superficie de 38 mil hectáreas, con una inversión que no será menor a los 600 millones de dólares.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA