El debacle de las figuras de Hollywood es moneda corriente en California. Es normal ver algunas estrellas, muchas fugaces, lucir un aspecto muy desmejorado con respecto a cómo lucían en sus tiempos de gloria.
Si hacemos un collage comparativo del antes y después de Yasmine Bleeth, una de las más lindas mujeres de "Baywatch", podríamos notar que sólo algunos rastros quedaron de aquel rostro que enamoró a miles de televidentes y que el paso de los años y las adicciones hicieron lo suyo en la actriz.
En la serie protagonizada por David Hasselhoff pasaban cientos de chicas de veintitantos que estaban algunos capítulos y luego seguían su camino. Pero a sus 25 años, la mujer llegó en 1993 por un reemplazo y se quedó por cuatro años. Su trabajo gustó tanto que alcanzó picos muy altos de popularidad, a tal punto que llegó a ser comparada con el ícono de la tira, Pamela Anderson.
En su auge, la revista estadounidense People la catalogó como una de las mujeres más bellas del mundo, algo que según dijeron no le había caído muy bien a Pamela. Pero después de su paso por la historia de los guardavidas de la costa Oeste de Estados Unidos poco se supo de ella.
Las adicciones a la cocaína y el alcohol la llevaron a la ruina en todos los aspectos de su vida. No sólo perdió su trabajo sino que su vida quedó arruinada y condenada al anonimato nuevamente.
Veintiséis años después de su debut en la televisión, a sus 51 años, Bleeth fue fotografiada en su barrio en el que vive en Los Ángeles paseando a su perro.
Con un vestido celeste con mandalas de muchos colores, una campera negra y sandalias, con su pelo desarreglado, sin maquillaje y lejos del glamour, así se mostró la mujer. Yasmine dejó atrás la curvilínea figura que lucía con su traje de baño rojo y se exhibió con un aspecto de lo más cotidiano.