Tras su pasaje mortal por el Caribe, el huracán Irma se había debilitado ayer a tormenta tropical en Estados Unidos, aunque continuaba azotando Florida, donde forzó masivas evacuaciones y 6,2 millones de personas seguían sin electricidad.
En Cuba, a solo 150 km del extremo sur de Florida, el balance era más grave: al menos 10 personas murieron, según las autoridades, que informaron sobre "severos" daños de infraestructura e inundaciones.
Con esta cifra suman 41 los muertos por Irma, al agregarse los 27 reportados en el Caribe en territorios de Francia, Holanda, Reino Unido y Estados Unidos, así como en Barbuda. Otros tres murieron en Florida por accidentes de tráfico causados por la tormenta al que se le suma otro que murió en Giorgia.
Irma, que avanzaba sobre Florida en dirección norte-noroeste, seguía registrando intensas lluvias y vientos sostenidos cercanos a 100 km/h y los meteorólogos advirtieron sobre algunas ráfagas “con fuerza de huracán”.
“Quédense adentro, permanezcan seguros”, tuiteó el gobernador de Florida, Rick Scott, al alertar de posibles marejadas ciclónicas e inundaciones en zonas costeras, en particular en varias áreas del sur y el centro de ese Estado, incluyendo la poblada región de Tampa.
Según los pronósticos, el ojo de la tormenta pasaba cerca del suroeste de Georgia en la noche de ayer, y se moverá hacia el este de Alabama hoy, cuando se espera que Irma se degrade a depresión tropical.
A limpiar Miami
Unos 6,3 millones de personas en el sureste de Estados Unidos fueron ordenados a evacuar por Irma, lo cual provocó uno de los mayores éxodos de la historia del país.
Como estaba pronosticado, Irma impactó el domingo por la mañana como huracán categoría 4 en una escala de 5 en los Cayos al sur de la península, y por la tarde volvió a tocar tierra en Marco Island (oeste), pero con categoría 2.
Hasta ayer, unos 6,2 millones de clientes estaban sin electricidad en Florida, según las autoridades, y la empresa de energía FPL había reportado el cierre de uno de sus dos reactores nucleares.
En Miami, la mayor ciudad estadounidense en la trayectoria de Irma, brillaba el sol y encargados de limpieza empezaban a apartar ramas, escombros y letreros de calles caídos en el centro y en el distrito financiero de Brickell.
Aunque Irma hizo colapsar dos grúas de construcción, no parecía haber daños mayores. El mar se tragó el domingo el paseo costero del vecindario de Brickell, dejando vehículos sumergidos hasta la mitad. Pero el lunes, la mayoría de las calles de Miami se estaban secando, aunque lucían llenas de escombros.
Algunos residentes que se negaron a evacuar paseaban a sus perros y evaluaban con cierto alivio los daños.
“Si esto hubiera sido un huracán categoría 4, el escenario sería distinto”, dijo Bob Lutz, un empresario de 62 años que decidió atrincherarse en su hogar con provisiones de agua y comida para una semana.
“Si hubiéramos evacuado, habríamos ido a Tampa o Naples, y eso nos habría puesto en el ojo de la tormenta”, afirmó.
En Bonita Springs, en la costa suroeste de Florida duramente impactada por Irma, grandes áreas estaban inundadas y la ciudad seguía sin electricidad. Algunos trataban de llegar a sus hogares caminando con el agua por la cintura, mientras que otros remaban en canoas.
También brillaba el sol en esa localidad, pero las calles estaban completamente bloqueadas por las ramas y parecía haber miles de árboles derribados.
El alcance del desastre en los Cayos de la Florida no estaba claro ayer. “Voy con la Guardia Costera a ver los Cayos, oí que hay daño significativo justo donde el ojo de la tormenta golpeó”, dijo el gobernador Scott a la cadena de televisión NBC.
En Cuba al menos hubo 10 muertos
Cuba, fuertemente azotada durante 72 horas por el viento, las lluvias y penetraciones marinas del huracán Irma, comenzó ayer el arduo trabajo de cuantificar daños y rehabilitar su dañada infraestructura de servicios.
Con al menos 10 muertos, este huracán ha sido el más mortífero que se abatió sobre la isla desde el pasaje de Dennis en 2005.
“Esto es catastrófico, muchos edificios aquí no están preparados para tal diluvio”, dijo Yanmara Suárez, trabajadora autónoma de 36 años que vive en Centro Habana, una zona próxima al malecón, fuertemente inundada por el mar el domingo.
En la mañana de ayer, empleados de la compañía eléctrica y comunales trabajaban en las calles retirando postes y tendidos eléctricos derribados, y muchos árboles y ramas que impiden la circulación de autos. La mayor parte del país, incluida La Habana, permanece aún sin servicio eléctrico.
En La Habana, faltó el servicio de agua, se registraron numerosas interrupciones telefónicas y el sistema educacional suspendió las clases hasta nuevo aviso.
En Caibarién, una ciudad costera del centro del país que sufrió toda la furia de Irma, emprenden largos y pacientes trabajos de recuperación: la vuelta a la normalidad demorará.