La Guardia Revolucionaria de Irán reconoció ayer que derribó accidentalmente un avión de pasajeros ucraniano que se estrelló con 176 personas a bordo. Lo hizo luego de que el gobierno rechazara en varias ocasiones las acusaciones occidentales de que era responsable del siniestro, que no dejó sobrevivientes.
La aeronave fue derribada el miércoles por la madrugada, horas después de que Irán lanzara una ofensiva con misiles balísticos contra dos bases iraquíes que albergaban a soldados estadounidenses, en represalia por el asesinato del general iraní Qassem Soleimani en un ataque dirigido de Washington en Bagdad. Nadie resultó herido en el ataque a las bases.
El reconocimiento de responsabilidad hace que surjan una serie de interrogantes, como quién autorizó el ataque con misiles contra el avión y por qué Irán no cerró su aeropuerto internacional o espacio aéreo cuando se preparaba para tomar represalias contra Estados Unidos.
También socavó la credibilidad de la información proporcionada por altos funcionarios, quienes durante tres días afirmaron obstinadamente que las acusaciones de un ataque con misil eran propaganda del Occidente.
La aceptación de Irán también altera el discurso relacionado con su confrontación con Estados Unidos de tal forma que podría enfurecer al pueblo iraní. Irán había prometido una severa represalia por la muerte de Soleimani, pero en lugar de matar a soldados estadounidenses, sus fuerzas derribaron un avión civil con mayoría de pasajeros iraníes.
El general Amir Ali Hajizadeh, jefe de la división aeroespacial de la Guardia, dijo más tarde que su unidad asumía la "plena responsabilidad" por lo ocurrido. En un discurso emitido por la televisora estatal, el general reconoció que cuando se enteró del derribó del avión deseó "estar muerto".
Las fuerzas de la Guardia que rodeaban la capital iraní habían reforzado sus defensas aéreas y estaban en su "nivel más alto de preparación" por temor a represalias de Estados Unidos, explicó el general. Su oficina tomó la "mala decisión" de abrir fuego contra el avión tras confundirlo con un misil de crucero.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, expresó sus "profundas condolencias" a las familias de las víctimas y pidió a las fuerzas armadas que "persigan a los posibles fallos y culpables en el doloroso incidente".
Cómo sigue
La investigación del siniestro debería seguir adelante y los autores tendrían que ser llevados ante la justicia, dijo el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, en un comunicado en el que agregó que Teherán debería compensar a las familias de las víctimas. El dirigente pidió además "disculpas oficiales a través de canales diplomáticos".
El reconocimiento de Irán podría enfrentar a la población con las autoridades, luego de que los iraníes respaldaron al liderazgo de la República Islámica tras la muerte de Soleimani. El general, que era el jefe de la Fuerza Quds –un grupo de élite de la Guardia– y el arquitecto de las intervenciones militares de Teherán en la región, era considerado un ícono nacional y cientos de miles de personas participaron en actos fúnebres en su honor en todo el país.
La mayoría de los pasajeros del vuelo eran iraníes o canadienses-iraníes. Funcionarios de Teherán descartaron repetidamente la posibilidad de un ataque con un misil, calificando las acusaciones de propaganda occidental que, según las autoridades, era ofensiva para las víctimas.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo que su país permanecería enfocado en la obtención de justicia, cierre, responsabilidad y transparencia para las familias.
El accidente aéreo se produjo apenas unas semanas después de que las autoridades sofocaron protestas a nivel nacional motivadas por la subida del precio de la nafta. Irán estuvo sumido en una grave crisis económica desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió unilateralmente retirar a su país del acuerdo nuclear de 2015 e imponer paralizantes sanciones.
El presidente de Irán, Hasán Ruhani, culpó de la tragedia a las “amenazas y acoso” de Estados Unidos tras el asesinato de Soleimani.
El avión, un Boeing 737 operado por Ukrainian International Airlines, se estrelló a las afueras de Teherán poco después de despegar del Aeropuerto Internacional Imán Jomeini.
Marcha ciudadana contra la Guardia
Cientos de iraníes se manifestaron ayer en Teherán con fuertes lemas contra el sistema islámico y la Guardia Revolucionaria por el derribo por error del avión ucraniano que causó la muerte a sus 176 ocupantes.
Los ciudadanos se congregaron en un principio en la puerta de la Universidad Tecnológica Amir Kabir para prender velas en homenaje a los fallecidos, entre los que había numerosos estudiantes. La vigilia se amplió y derivó en una protesta contra las autoridades.
"La renuncia (de los responsables) no es suficiente, un juicio es necesario" o "muéranse, muéranse por esa vergüenza", fueron algunos de los gritos coreados. Los lemas también subieron de tono hasta incluir "Muerte al dictador", en alusión al líder supremo, Alí Jameneí, y pedir un referéndum en el país.
En los alrededores de la universidad, así como en otras zonas sensibles del centro de Teherán, comenzó a desplegarse un amplio dispositivo de fuerzas de seguridad.