La aparición del nombre del ex primer ministro británico conservador Edward Heath en una extensa investigación sobre pederastia en Gran Bretaña significa un gran salto y amenaza con acabar con la impunidad y la imagen incorruptible de muchos políticos.
Heath es el nombre más importante de los mencionados hasta la fecha en esta investigación emprendida para comprobar si la policía encubrió o ignoró casos de abusos sexuales a niños cometidos por poderosos hace dos décadas.
El detonante de la investigación fue la indignación causada por el caso del presentador de la BBC Jimmy Savile, que abusó tranquilamente de decenas de niños sin ser nunca molestado gracias a su popularidad.
La policía del condado de Wilthsire (suroeste), donde vivió Heath, hizo un llamamiento el lunes a gente que pudo haber sido víctima o testigo de los presuntos abusos de quien fue primer ministro entre 1970 y 1974, fallecido en 2005 a los 89 años.
Separadamente, la Comisión Independiente sobre las Denuncias contra la Policía (IPCC), que supervisa y examina las actuaciones de las fuerzas de de seguridad, dijo que en los años ’90 la policía abandonó una investigación de un delito cuando uno de los acusados amenazó con revelar que Heath había abusado de niños. Según la prensa británica, la persona que amenazó con acusar a Heath era la responsable de un burdel, que logró así no ser perseguida.
La IPCC “investigará alegatos referentes a la gestión por la policía de Wiltshire de una denuncia sobre abusos sexuales de niños interpuesta en los años noventa”, indicó el organismo fiscalizador de las policías británica en un comunicado. “Las acciones penales no habrían ido hasta el final a causa de que una persona amenazó con revelar que sir Edward Heath podría estar implicado en delitos con niños”, agregó la IPCC.
Heath no se casó nunca y su vida sexual fue siempre objeto de rumores, maliciosos, según los amigos que han salido en su defensa desde el llamamiento de la policía. El ex primer ministro fue en cualquier caso muy celoso con los detalles de su vida privada y todo lo que se conocía de él fuera de la política era su amor por la navegación y la música clásica.
Las acusaciones “son muy difíciles de creer del Ted Heath que yo conocí”, dijo a la radio BBC el ex diputado conservador Brian Binley, que trabajó en la oficina del premier.
“Me sorprendería mucho que hubiera algún fundamento en estas acusaciones contra un hombre cuya vida privada estaba muy vigilada”, agregó Binley, que describió a Heath como un hombre que “se mantenía bajo un control considerable”.
“Tenemos que ir con cuidado con las acusaciones. La gente dice que cuando el río suena, agua lleva. Pues bien, como bien sabemos, a veces suena sin llevar agua”, sentenció.
El llamamiento de la policía tuvo su primera respuesta, según el diario Daily Mirror. Se trata de un hombre de unos 60 años que dijo haber sido violado por Heath en 1961 pero que cuando lo denunció fue tildado de “mentiroso y fantasioso”.
Políticos en la mira
El diputado laborista Simon Danczuk, muy activo en la campaña contra la impunidad de los abusos a niños, no quiso pronunciarse sobre el caso Heath pero no le sorprendió la irrupción de su nombre.
“Circulaban rumores”, dijo al canal de televisión Sky. En cualquier caso, “no tengo absolutamente ninguna duda de que un número importante de políticos y otras personas en las altas esferas cometían abusos sexuales sobre niños y siguen haciéndolo”.
Otros altos políticos han sido acusados. Como Leon Brittan, que fue ministro de Interior del gobierno de Margaret Thatcher, Cyril Smith, un conocido diputado liberal que murió en 2010, y Greville Janner, ex diputado laborista, actualmente en la Cámara de los Lores.
A Janner le dijeron inicialmente que no sería perseguido porque sufre demencia senil, pero finalmente comparecerá el viernes próximo ante un tribunal después de que la fiscalía diera marcha atrás.
