Como consecuencia de las quemaduras que afectaron el 90 por ciento de su cuerpo, en la madrugada de este domingo, murió Mónica Beatriz Rodríguez, de 51 años.
Según se conoció, inicialmente, se denunció el hecho como un accidente doméstico, sin embargo, la investigación judicial 'fue un paso más allá'-siguiendo instrucciones dadas a los fiscales (ver aparte) - y detuvo a la pareja de la mujer, ante la posibilidad de un femicidio.
El caso que está en manos del fiscal de Homicidios Flavio D'Amore, ocurrió la tarde del sábado, en una vivienda de calle Salvador Arias al 1500, de Benegas, dentro de la geografía departamental de Godoy Cruz, cuando la víctima al parecer, se encontraba limpiando una ventanas para lo cual utilizaba un diluyente (conocido como Thinner), mientras tenía en una de sus manos un cigarrillo encendido, que al tomar contacto con el líquido originó el fuego que la envolvió.
Así y con graves quemaduras que, de acuerdo al parte médico, afectaron el 90% de su cuerpo, lo que hacia peligrar su vida, fue trasladada hasta el hospital Lagomaggiore, donde quedó internada cuando eran poco más de las 19 de este sábado.
Fallecimiento
Mientras que a las 2.30 de ayer, desde el Centro Asistencial del barrio Cano se comunicó su fallecimiento.
El hombre que fue identificado como Mario Armando Arias, de 50 años, que ante la emergencia la llevó a hospital, en su declaración ante las autoridades médicas dio a conocer "cómo habría ocurrido el accidente", en el momento en que la mujer, se encontraba limpiando una ventana "usando un diluyente...", mientras fumaba.
Esa versión dio intervención a la Unidad Investigativa de Godoy Cruz, tras lo cual el hombre que sería pareja de la mujer quedó, por el momento, en calidad de arrestado (en la Comisaría 40°), mientras se está a la espera de los resultados de la necropsia en manos del Cuerpo Médico Forense.
Allanamiento
En el momento en el que la mujer aún luchaba por su vida, se ordenó el allanamiento de la propiedad de Arce, donde ocurrieron los hechos, oportunidad en que los efectivos lograron el secuestro de una botella de Thinner, cigarrillos y una manta.
La víctima, era madre de dos hijos, y figuraba con domicilio en el departamento de Guaymallén.
El protocolo
Los fiscales de Mendoza y quienes trabajan con ellos recibirán una capacitación obligatoria para abordar las investigaciones de muertes violentas de mujeres con perspectiva de género. Esto implica considerar desde el comienzo y como primera hipótesis que se trata de un femicidio.
El Ministerio Público Fiscal aprobó esta herramienta a través de la Resolución N° 36/2019 el pasado mes de febrero, luego de casi medio año de trabajo en la adecuación de los lineamientos del Protocolo Latinoamericano de Investigación de Muertes Violentas de Mujeres por Razones de Género, el que tiene rango constitucional, luego de que la Argentina adhiriese a la Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer (CEDAW siglas en Inglés).
Un 2019 con tres casos denunciados en Mendoza
Hasta este momento y en el caso de que se confirme que lo antes relatado no sea considerado como femicidio, en la provincia se registraron tres hechos bajo esa calificación.
Liliana Ramona Olguín, de 49 años, fue asesinada a golpes y puñaladas por su pareja, identificada como Luis Alberto Sosa (54).
El crimen se cometió, en Las Heras, el 20 de enero y el femicida que escapó de la escena, fue detenido a las pocas horas.
Mientras que el pasado mes de agosto, ese hombre fue condenado a prisión perpetua, después de reconocer el hecho, durante un juicio abreviado, bajo la calificación de homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género.
Diferente fue lo ocurrido en una vivienda de calle Monseñor Verdaguer, también de Las Heras, cuando en el mes de febrero Claudio Rodríguez, de 51 años, mató a su esposa Verónica Azzolina (46) de un disparo hecho con una escopeta, arma que utilizó inmediatamente después para suicidarse.
También debe ser incluido el caso de una mujer que en principio no fue identificada pero que apareció incinerada en un descampado de Guaymallén.