Un cabo tunecino mató ayer a 7 de sus camaradas antes de ser abatido en un cuartel de Túnez, indicó el ministerio de Defensa, que explicó que el militar tenía problemas psicológicos y familiares. El tiroteo “causó la muerte de siete militares y la muerte del autor, diez militares fueron heridos, uno de ellos gravemente”, dijo el portavoz del ministerio de Defensa, Belhassen Oueslati, en una rueda de prensa.
“Atacó a un colega con un cuchillo, le sustrajo el arma y luego disparó contra sus colegas que estaban formados para izar la bandera”, dijo Oueslati.
Otros soldados intervinieron entonces y abatieron al cabo.
“Tenía problemas familiares y psicológicos” y por esa razón se le había “prohibido portar armas” y había sido afectado “a un puesto no crítico”, agregó Oueslati
Oueslati afirmó que “las investigaciones mostrarán si se trata de un acto terrorista o no”.
Hacia las 8.45 hora local (4.45 de Argentina), se escucharon dos ráfagas de disparos cerca del cuartel de Bouchoucha, no lejos del Parlamento y del museo del Bardo, donde a mediados de marzo 21 turistas fueron asesinados durante un ataque reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).
La Brigada Antiterrorista (BAT), una unidad de élite del ministerio del Interior, se desplegó en la zona.
Túnez está en alerta desde el atentado del museo del Bardo por temor a que se produzcan nuevos ataque en la capital y en las zonas turísticas del país con la llegada del verano.
Desde la revolución de enero de 2011, el país afronta el crecimiento de un movimiento yihadista armado, especialmente en la frontera con Argelia donde se registran frecuentes enfrentamientos entre hombres armados y militares.
Unos 70 soldados y policías murieron en los últimos cuatro años en choques y en emboscadas, sobre todo en la región de las montañas de Chambi, en el oeste, donde se encuentra el mayor bastión yihadista de Túnez.