El Departamento del Tesoro de Estados Unidos y de la Procuraduría General de la República (PGR) de México investigan si el capo narco Joaquín "El Chapo" Guzmán y la actriz Kate Del Castillo planeaban, además de una película autobiográfica sobre el líder del cártel de Sinaloa, una serie de acuerdos comerciales para invertir en empresas registradas en el Estado de Delaware.
La indagatoria está abierta y todavía no es definitiva, porque se espera que las autoridades logren acreditar la transferencia de recursos financieros del capo a la actriz, según un informe de inteligencia del gobierno mexicano, citado por medios locales.
Una de las puntas de la investigación busca determinar si los vuelos privados que hizo Del Castillo a México fueron solventados por Guzmán o por uno de sus socios, a través de transferencias a las cuentas bancarias de la actriz o a las de los otros pasajeros que la acompañaron en su cita con el líder del narcotráfico.
Para afinar el plan de negocios que va más allá de la producción de una película, la protagonista de la serie “La Reina del Sur” -basada en la novela de Arturo Pérez Reverte sobre una mexicana que construye un imperio narco en España- sostuvo una nueva reunión con el abogado Andrés Granados Flores, el 27 de octubre de 2015.
Antes, el 2 de octubre, viajó al estado de Sinaloa para su cita personal con Guzmán, acompañada por el actor Sean Penn y dos productores de películas que gozan de gran reconocimiento en Hollywood.
Esa reunión fue la antesala para que cuatro días después, el 6 de octubre, elementos de fuerzas especiales de la Marina realizaran un fallido operativo en Pueblo Nuevo, Durango, para recapturar al capo.
Las autoridades federales reconocieron que ese día El Chapo logró escapar por una cañada acompañado por dos mujeres y una niña. Según el informe, Del Castillo buscó luego que el nuevo encuentro con los abogados de “El Chapo”, para hablar de negocios, fuera en el mayor secreto posible y sin despertar sospechas de las autoridades, por lo que eligió un paseo en las barcazas de los canales de Xochimilco -en el DF- durante la noche.
Pero los movimientos eran vigilados por personal de inteligencia, que supo de ese encuentro hasta con detalles: todos llegan en una camioneta Suburban y un automóvil Mercedes Benz al estacionamiento de uno de los embarcaderos en Xochimilco, y la actriz y el abogado suben a una barca con el nombre “Yolanda”.
En el recorrido por los canales de Xochimilco se confirmaron los nombres de los que serían los productores de la película: el argentino Fernando Javier Sulichin y el español José Ibáñez Martín Pira, ambos con trayectoria exitosa en Hollywood.
Pero también se conversó sobre otros negocios, porque el capo narco estaba interesado en invertir su dinero en empresas de Estados Unidos, una de ellas con registro y operaciones en Delaware, un pequeño Estado célebre por las ventajas financieras que otorga.
Un eventual acuerdo constituiría una violación a la Ley de Designación de Traficantes Extranjeros en Estados Unidos, que prohíbe a ciudadanos estadounidenses realizar cualquier tipo de negocio con líderes criminales que ha sido incluidos en las listas de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC).
La sanción podría incluir al actor Sean Penn. "Tomando en consideración que los citados actores son nacionales de Estados Unidos y que se reunieron con un narcotraficante designado como tal el 1 de junio de 2001, con el fin de negociar un proyecto para grabar una película, sin informar a las autoridades, su conducta encuadra en el supuesto de brindar apoyo al capo por no revelar su ubicación, e incluso, por intentar hacer negocios con él, lo que representa una violación a la prohibición de operaciones con él", señala el informe oficial.
Los intercambios de mensajes casi amorosos entre Guzmán y Del Castillo revelados por la prensa y la chance de algunos acuerdos empresarios dejaron en un segundo plano el debate sobre si el líder del cartel de Sinaloa debe ser extraditado o no a EEUU, donde hasta podría ser condenado a muerte, después de su paso por los estados que lo buscan. “El Chapo”, de 61 años, entre otros crímenes está acusado de haber contrabandeado en Estados Unidos poco más de 500 toneladas de cocaína.
Además, se estima que entre 1989 y 2014 contrabandeó en Estados Unidos heroína, cocaína y metanfetamina por un valor de 14.000 millones de dólares, y hasta se lo señala por haber contratado sicarios que secuestraron y mataron a centenares de personas.
Entre los tribunales de Estados Unidos que lo esperan, el de Brooklyn es el que tiene la mayor cantidad de acusaciones en su contra: 21 en total. Algunas de ellas tienen como castigo la prisión perpetua.
En el caso de Texas, si Guzmán llegara a ser juzgado y condenado allí, podría ser ejecutado con la inyección letal. El gobierno de Barack Obama continúa, en tanto, presionando para que el presidente mexicano Enrique Peña Nieto ordene su extradición, aunque si esa decisión se toma, el proceso será muy largo.