Investigan por qué se desplomó un techo que mató a 2 personas

La demolición de una habitación contigua de la precaria casa no estaba autorizada, informó la comuna. Ayer enterraron a las víctimas, entre dolor, confusión y bronca.

Investigan por qué se desplomó un techo que mató a 2 personas
Investigan por qué se desplomó un techo que mató a 2 personas

Caso confuso. Acusaciones cruzadas. Lo único concreto y definido es que ayer se enterró a Rosa María Ibánez y su nieta Laila, sobre cuyos cuerpos se derrumbó el techo de la precaria vivienda que ocupaban, en el barrio Marianetti, de Las Heras, y las mató en el acto.

Sobre el hecho se conocieron algunas precisiones, aunque las dudas y las conjeturas se multiplican y los reproches cruzados sobre responsabilidades no cesan.

El sábado, alrededor de las 22.30, se precipitó al suelo la cobertura superior de una antigua vivienda de Cornelio Moyano al 700, entre Olascoaga y Pringles, El Plumerillo.

Los familiares de las víctimas y algunos de los vecinos de la cuadra comentaron que personas que se dicen titulares de la propiedad procedieron a iniciar una demolición en un sector vecino a la habitación que ocupaban Rosa María Ibáñez (42) y su nieta Laila (3).

La intervención sobre la construcción, que data de 1953 y es de adobe, debilitó la estructura de la pieza de la infortunada mujer, con las consecuencias ya conocidas.

"Actuaron de esa forma para obligar a mi tía a que se fuera", manifestó un sobrino de la fallecida.

Otros llamaron la atención sobre la dimensión del drama. "Dos personas perdieron la vida, y eso ya es gravísimo, pero se corrió el riesgo de sufrir un número mayor de víctimas", acotaron Juan González (62) y Juan Barrios (67), con larga residencia en la barriada.

La referencia tiene que ver con el hecho de que María Rosa, que se ganaba la vida como empleada doméstica, residía en el lugar con 8 hijos (con edades comprendidas entre 6 y 22 años) y 3 nietos, uno de ellas, Laila, la niñita muerta.

Siempre de acuerdo a testimonios recogidos en el lugar, varios de los restantes menores habían salido del inmueble para efectuar una compra en un quiosco cercano. Una fuente judicial dio otra versión: los chicos fueron retirados por el padre con antelación al incidente.

Sea como fuere, el desplome de la estructura se produjo cuando la abuela y la pequeña se encontraban solas en el interior de la vivienda y no tuvieron ninguna posibilidad de escapar de la trampa. La caída del techo, conviene aclarar, no se produjo en el momento de los trabajos, sino horas después.

La inseguridad de la vieja y precaria casa se veía venir, al punto que uno de los inquilinos, Cristian Álvarez (22, empleado de comercio), quien ocupaba un cuarto en la parte delantera, optó por irse hace unos días "por el temor a un derrumbe y porque se 'llovía' más adentro que afuera".

Eduardo González (UCR), presidente de la comisión de Ambiente y Vivienda de la comuna norteña, adelantó, ante una consulta, que elevará un pedido de informe "para establecer las responsabilidades del caso".

Sin autorización

Ayer a la mañana había un panorama de confusión y bronca en la cuadra donde ocurrió el hecho. Unas personas, desconocidas para el vecindario, retiraban muebles del interior de la casa, y la policía custodiaba la zona.

El inmueble fue clausurado por la Municipalidad de Las Heras. En el municipio no hubo demasiadas explicaciones, a raíz de la intervención de la Justicia, pero el jefe de Gabinete, Daniel Urquiza, reconoció que la demolición realizaba no contaba con autorización de la repartición y no se había iniciado ninguna tramitación al respecto.

"No podría haber habilitación porque por normativas del Código de Construcción no se permite ninguna intervención en una propiedad de adobe", remarcó el funcionario.

Entre los diversos organismos que concurrieron al área del trágico incidente figuró Defensa Civil del departamento norteño, cuyo personal produjo su informe y lo elevó a la Oficina Fiscal N° 6, con oficinas en la comisaría 36a El Plumerillo.

Voceros de la dependencia judicial señalaron que se investiga un presunto doble homicidio culposo. Ayer comparecían entre 20 y 25 testigos, citados por los funcionarios. También se están solicitando informes técnicos para determinar la relación entre las obras efectuadas por particulares y el desplome del techo. Hasta las 14 de ayer no había detenidos por el suceso.

Una de las personas que esperaba ser atendida en esa oficina, Gladys Noemí Juárez, pidió hablar con Los Andes. Dijo que tenía un título supletorio sobre la propiedad y que los trabajos que se habían realizado no tuvieron por objetivo perjudicar a nadie, sino que eran para introducir mejoras en otras partes del inmueble. "De ninguna manera queríamos este fin".

Sus palabras son descreídas por familiares y residentes de la calle Cornelio Moyano, que insisten en señalar que hubo una actitud maliciosa para provocar el retiro de la vivienda de María Rosa y su prole.

En fuentes del Instituto Municipal de la Vivienda de Las Heras (Imuvi), se indicó que la señora fallecida no figuraba como solicitante a alguna solución de techo propio en las planillas del Registro de Necesidades Habitacionales (Renahabit). Ayer, al promediar la tarde, Rosa María y su pequeña nieta fueron inhumadas en el parque de descanso Los Apóstoles, en El Algarrobal.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA