Más de 124 delfines han quedado varados en la costa atlántica de Estados Unidos desde julio, un "evento de mortalidad inusual" que motivó una investigación en curso, anunciaron autoridades federales.
Los científicos norteamericanos buscan ahora determinar si el deceso de estos delfines mulares, o "nariz de botella", se debe a un patógeno infeccioso, ya que algunos parecían tener lesiones en los pulmones.