Pasan los meses de la nueva gestión y siguen apareciendo “irregularidades” de la anterior. Ahora, le tocó el turno a la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), uno de los bastiones del kirchnerismo de los últimos ocho años gobernados por Cristina Fernández.
Efectivos de la Policía Federal allanaron ayer cinco oficinas locales de esa repartición nacional. La orden fue emitida por el juez Walter Bento, a pedido de la secretaría Penal B, a cargo de Gabriela Del Campo, que investiga un presunto fraude de empleados a ese organismo durante la gestión del peronista Héctor Rasso.
En el hecho estaría involucrada una veintena de trabajadores que habrían cobrado, de forma desleal, viáticos por comisiones de servicios (operativos de tareas realizados fuera de su propia oficina).
Parte de esas irregularidades fueron visibilizadas a principio de año, cuando asumió al frente de la delegación Cuyo el macrista Sebastián Cremaschi.
Ante la sospecha de posibles hechos irregulares, el funcionario solicitó una auditoría a la oficina central de la Anses, en Buenos Aires, la que hizo un estudio exhaustivo sólo de 2015.
“Luego de realizarse la auditoría, en las oficinas centrales decidieron llevar el caso a la Justicia”, se limitó a decir Cremaschi a este diario, respetando el secreto de sumario impuesto por Bento.
Según fuentes federales, los allanamientos se realizaron de manera “simultánea” en dos oficinas de la Ciudad de Mendoza, en la de Godoy Cruz, en la de Rivadavia y en la de San José, Guaymallén.
Se supo además que en ningún caso hubo detenidos, pero sí que se secuestraron documentos que son “útiles para la investigación”.
Específicamente, lo que buscaban los investigadores es un detalle de los registros biométricos de entrada y salida del personal durante el período investigado.
Esos datos permitirán corroborar si efectivamente sucedieron las irregularidades sospechadas.
Cobros indebidos
El trabajo de “comisiones” suele ser habitual en la Anses. Se trata de operativos especiales que los agentes suelen realizar en lugares distantes de su oficina y por ello cobran los viáticos correspondientes por los días que pasan afuera.
La irregularidad, en este caso, sería que los empleados investigados, los cuales siguen cumpliendo funciones en la Anses (son parte de la planta permanente), habían salido en comisión, pero sin asistir al supuesto lugar distante al que debían ir a cumplir su tarea, sino que se habían quedado en la oficina de siempre e igual habrían cobrado los viáticos.
En otras palabras, las personas, que estarían claramente identificadas, habrían estado en dos lugares al mismo tiempo. Un hecho a toda lógica imposible. Sin embargo, igual cobraron el viático.
Es por esa razón que los registros biométricos son fundamentales para comprobar la falta, ya que “la marca del dedo es imposible de duplicar”, como dijeron algunos empleados.
La delegación regional Cuyo de la Anses estuvo comandada, hasta diciembre de 2015, por Héctor Rasso (ver aparte) y en el organismo casi nadie cree que él no estuviera al tanto de la situación de las comisiones. Este diario intentó consultar al ex funcionario, pero no respondió.
Rasso fue candidato a intendente de Malargüe el año pasado y si bien resultó triunfante en las primarias de abril, sorpresivamente en la general de junio perdió frente al radical Jorge Vergara Martínez.
De todos modos, si bien es cierto que surgen sospechas de usos políticos de esos fondos destinados a viáticos, en la Anses nadie se anima a confirmarlo. Tampoco está claro si las personas involucradas -cuyos nombres no trascendieron por el secreto de sumario- estaban relacionadas políticamente con Rasso.
El amigo de Jaque y Bossio que estuvo más de 6 años
Héctor Rasso llegó a la conducción de la regional Cuyo de la Anses en febrero de 2009. Lo hizo de la mano de su amigo de toda la vida, el entonces gobernador -y malargüino como él- Celso Jaque. Hasta ese momento, se había desempeñado como director de Cooperativas del Gobierno provincial.
Su incorporación a la Anses se dio meses antes de la llegada a la conducción nacional de la Anses de Diego Bossio, otro hombre de confianza de Jaque (fue su subsecretario de Gestión Pública), que remplazó al ex vicepresidente Amado Boudou en el organismo nacional.
La Anses supo tener numerosos referentes kirchneristas en sus filas, muchos identificados con La Cámpora. El propio Rasso pasó a formar parte de esos sectores K. En 2011, con la nueva presidencia de Cristina Fernández, fue validado en el cargo.
Muchos kirchneristas tienen cargos de planta permanente en Anses y hoy siguen trabajando allí. Rasso también la tenía. Por eso, tras su salida como gerente, siguió ocupando un cargo nacional. Sin embargo, en julio pasado fue desafectado.