En tiempos de crisis general -en particular del mundo vitivinícola- e intentando atraer al consumidor en el marco de una caída de las ventas en el mercado interno, diversas bodegas han invertido en tecnología para mejorar sus procesos y han lanzado productos innovadores, como el vino en lata.
Una de las que apostó por este envase es Estancia Mendoza. Dilema Sparkly es el primer vino en lata (de 269 ml) que lanza esta bodega, perteneciente a Fecovita, en dos variedades -rosado y blanco dulce- que estarán disponibles en el mercado a fines de noviembre. Para ello, la bodega estableció un convenio con la empresa estadounidense Ball, con vasta trayectoria en el envasado de vinos.
Aunque Dilema ya apunta a un público joven y descontracturado, con este nuevo envase buscan potenciar la inserción en ese nicho "con una propuesta práctica, innovadora y más amigable con el medio ambiente". Franco Lubrano, gerente de Estancia Mendoza, explicó que se trata de modernizar e innovar en la vitivinicultura para responder a los cambios en el consumo y a las nuevas generaciones.
También Bodega Santa Julia ofrece una lata -de 355 ml- con su chenin dulce natural, que se conseguirá a partir del mes que viene. Ana Amitrano, gerente de mercado argentino de la empresa, recordó que en 2018 hicieron una experiencia en Estados Unidos con tres latas de vino Santa Julia: rosado, malbec y tintillo. Y se preguntaron por qué no probar en Argentina.
Amitrano detalló que la lata es un envase que rompe con el consumo tradicional y que está pensado para situaciones no formales, como un picnic o un club, y para darle una opción más relajada al público joven. En cuanto a la elección del chenin dulce natural para el mercado argentino, explicó que está muy bien posicionado y la idea es reforzar el concepto de que el vino es el mismo y sólo cambia la presentación.
En tanto la bodega Finca Flinchman, parte del grupo vitivinícola portugués Sogrape, destinó 15 millones de dólares a renovar la infraestructura, equipamiento, reconvertir viñedos, sistemas de riego y mejoras edilicias.
La bodega patagónica Humberto Canale, por su parte, celebró sus 110 años con una inversión de 78 millones de pesos para innovación, tecnología y nuevas hectáreas de viñedos, con el objetivo de incrementar sus ventas un 42%.