Invencible: River de Gallardo con alta efectividad

El equipo de Núñez lleva seis partidos sin derrotas ante el de La Boca. Con la del martes suma 4 victorias, más 2 empates.

Invencible: River de Gallardo con alta efectividad
Invencible: River de Gallardo con alta efectividad

Pasó la semifinal de ida y la serie no está definida, pero los números siguen estando a favor de este River de Marcelo Gallardo. Ya acumula 14 partidos sin perder e igualó la mejor serie de su historia en la Libertadores; además suma 16 clásicos sin derrotas ante los grandes y extendió aún más el registro histórico; y de paso, lleva 6 partidos oficiales sin caer ante Boca.

La última vez que River perdió un encuentro de Libertadores fue en octubre de 2018, 1-0 ante Gremio de Porto Alegre. Desde entonces, ganó 6 y empató 8, con 22 goles a favor y 10 en contra. Acumuló tres encuentros en la definición de la Copa pasada y está invicto en la actual edición.

La serie actual igualó el registro conseguido por el equipo que entonces dirigía Angel Labruna en las copas de 1977 y 78, que acumuló cinco victorias y nueve empates. River perdió en el debut de la Copa Libertadores de 1977 y después no perdió más aunque quedó eliminado en la fase de grupos semifinal. Al año siguiente se mantuvo invicto en la fase de grupos y recién cayó 1-0 con Atlético Mineiro en el tercer partido de la fase semifinal.

Hasta este año, las mejores rachas sin perder de River contra los otros grandes habían sido de 14 partidos en 1979/90 (8 victorias y 6 empates) y 1994-95 (9 triunfos y 5 empates). El último Superclásico, el del 1 de septiembre en el Monumental, fue 0-0.

Extendió a 15 encuentros su invicto ante los otros grandes y estableció un nuevo récord.

Ahora lleva 16, con 11 victorias y 5 empates.

El combo de buenas rachas de River, ahora lleva seis partidos sin perder con Boca, con 4 victorias y 2 empates. El último triunfo de Boca fue el 5 de noviembre de 2017, en el Monumental, por 2-1 con goles de Edwin Cardona y Nahitan Nandez (Ponzio el de River).

Martes 22: un nuevo duelo de estrategias 

El capítulo inicial de esta trilogía de Superclásicos entre River y Boca, el de la Superliga, el de menos relevancia de los tres, había entregado una certeza. En el duelo de estrategias, Gustavo Alfaro había logrado salir ileso del Monumental para llegar con crédito a su favor al segundo episodio, el de la noche del martes, esta vez por la ida de las semifinales de la Copa Libertadores.

Sorprendió entonces (o no tanto) con un esquema a lo Alfaro, súper defensivo, que le permitió nublar el juego asociado y punzante del River de Gallardo, al que atacó poco y nada. No estuvo fino el dueño de casa en aquel enfrentamiento del primer día de septiembre. Casi no inquietó al bueno de Andrada. Y Boca no sólo hizo negocio: salió fortalecido (el efecto se vio en la Superliga) y con la certeza de que podía anular al rival y también podía sorprenderlo con un esquema un poco más ambicioso. A tal punto que para muchos se había transformado en el favorito para llegar a la final.

El problema, claro, es que Alfaro se enamoró de ese esquema cuidadoso. Pensó que podía repetir el planteo y el resultado, pero se encontró con dos grandes problemas.

Todo se empezó a desmoronar a los cinco minutos con el penal que vio el VAR de Mas sobre Borré. Y se agravó porque este martes, el primero de octubre, River no sólo estuvo mucho más fino en el juego, sino que sometió a su rival con un mediocampo, con Enzo Pérez como abanderado, que no le regaló ni medio milímetro y siempre estuvo un segundo antes que sus rivales. Es cierto también que la historia sería otra si el pibe Capaldo le acertaba al arco en esa contra muy bien manejada por Wanchope Ábila o si Armani no desactivaba ese misil tierra aire de Alexis Mac Allister un rato antes. Pero eso no sucedió. Y River sacó una interesante luz de ventaja para ir a la Bombonera.

La cuestión, ahora, pasa por imaginar qué hará Alfaro para dar vuelta la historia. Está claro que tiene inteligencia y, sobre todo, jugadores de jerarquía para cambiar el libreto y darle un fuerte dolor de cabeza a su rival de toda la vida. Debe despojarse ya del mal sabor de boca con que se fue de Núñez.

Tevez y Wanchope sin sanción disciplinaria

Los gestos fueron evidentes. Ante la vista de todos y el ojo de las cámaras. Carlos Tevez, invadido por la impotencia, tras protestarle al árbitro brasileño Raphael Claus (quien le sacó amarilla) al final del partido, se retiró del campo de juego del Monumental haciendo la típica seña de "pagaron", mirando a los hinchas de River que estaban en la platea San Martín. Antes de meterse en la manga, puso el puño derecho sobre su mano izquierda para agigantar su gesto provocador. Esa actitud podría haber dejado al Apache sin semifinal de vuelta. Eso fue lo que se rumoreó temprano ayer por la mañana, pero desde la Conmebol avisaron que "no hay expediente abierto, no hay informe del árbitro y no habrá sanción disciplinaria". Sí, en cambio, queda abierta la posible multa económica. 


El gesto. Carlos Tevez podría recibir una multa económica | AP
El gesto. Carlos Tevez podría recibir una multa económica | AP

En una situación similar quedó Ramón Wanchope Abila, que tuvo palabras fuertes para con el arbitraje del brasileño: no será sancionado disciplinariamente. Sí, en cambio, queda abierta la posible multa económica. No es la primera vez que Tevez provoca a los hinchas de River. Ya lo había hecho en un partido, también en el Monumental, que Boca perdió pero después pasó por penales en una semifinal, en la Copa Libertadores 2004.

Allí, el Apache festejó su gol haciendo la "gallinita" y luego fue expulsado por Héctor Baldassi.

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