La ciudad de Porto Alegre, capital del Estado de Río Grande del Sur, se vio invadida por decenas de miles de argentinos que mostraron el amor por los colores patrios por todos lados, en la previa al duelo de mañana ante Nigeria, por la última fecha del Grupo F de la Copa del Mundo.
Las calles, los restaurantes, los bares, los hoteles, los shoppings... Cualquier lugar que se recorra en esta enorme ciudad, de casi un millón y medio de habitantes, ofrece colores celeste y blanco por doquier.
La camiseta oficial es el modelo más elegido, pero también las hay de las que regalan las marcas publicitarias, otras de menor calidad e incluso remeras con algún símbolo que identifique la nacionalidad argentina. Pero eso no es todo, porque los hinchas le agregan gorros de cualquier tipo y banderas, muchas banderas.
Se sabía que en esta ciudad Argentina iba a ser más local que nunca porque es la sede mundialista a menor distancia del país, algo que ya puede confirmarse, porque si bien en Río de Janeiro y Belo Horizonte hubo decenas de miles de `albicelestes`, en esta ocasión se supera lo visto con anterioridad.
"Es impresionante. Hay argentinos por todas partes, ni en Buenos Aires se ven tantos", señaló entre risas Facundo Carti, un joven de 23 años que ya vio los dos partidos anteriores con su padre Jorge. "Río y Belo fueron increíbles, pero me parece que esto supera todo. No se puede creer, somos recontra locales", agregó.
En la ciudad de Uruguayana, separada por un puente de Paso de los Libres, en Corrientes (a 740 kilómetros de Capital Federal), no paran de ingresar vehículos con argentinos que se disponen a recorrer los 600 kilómetros que los separan de la ciudad gaúcha, donde Argentina se medirá con los nigerianos.
El estadio Beira-Rio tiene capacidad para unas 50 mil personas, pero oficialmente apenas 18 mil de sus localidades fueron compradas por argentinos. Se habla de que llegarán a esta ciudad entre 70 y 100 mil `albicelestes` para tratar de ver al seleccionado, por lo que sin dudas muchos se quedarán afuera.
Por tal motivo, en las calles y en la puerta de los hoteles, sobre todo en el Deville donde está alojado el seleccionado, el clásico pedido para comprar entradas se escucha por doquier y lo llamativo es que los que responden que ya tienen o consiguieron son mirados como verdaderos héroes por sus compatriotas.
Los argentinos coparon la capital `gaúcha`y ya ayer dieron muestra de su número en el Fan Fest de la FIFA, donde más de 10 mil hinchas superaron en cantidad a los locales, que alentaron a su selección en el triunfo ante Camerún que les garantizó el pasaje a octavos de final.
Hoy habrá nuevamente actividad en el predio oficial para seguir los partidos Italia-Uruguay y Costa Rica-Inglaterra, a las 13, y Colombia-Japón y Grecia-Costa de Marfil, a las 17, y se estima que los albicelestes triplicarán, o incluso más, su afluencia de ayer, por lo que también las fuerzas de seguridad están alertas.
Durante todo el día y mañana se espera que lleguen argentinos (también a través de Colón, Entre Ríos, y luego cruzan a Brasil por la ciudad uruguaya de Rivera), de los que muchos no solo no cuentan con entradas sino que incluso no tienen hotel y preguntan dónde pueden acampar para vivir de cerca la fiesta del Mundial.
"Llegamos hace un rato, 17 horas desde Banfield sin parar. No tenemos entradas y tampoco hotel. Trajimos la carpa y veremos qué onda. Ya estar acá es fantástico, mirá lo que es, todos argentinos. Entre o no entre a la cancha, esto no me lo olvido más", confesó a Télam Nahuel, quien llegó con tres amigos esta mañana.
La mayoría de los simpatizantes que arribaron a Porto Alegre sabe que no podrá ingresar al estadio, pero al menos quiere ser parte del hecho inigualable de ser local en la tierra del pentacampeón mundial.