A finales de junio la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó sobre una tendencia creciente: la venta de drogas por internet, especialmente en sitios web que no pueden ser encontrados a través de buscadores pero sí mediante otras herramientas.
En el Informe Mundial sobre Drogas de 2014, la ONU volvió a advertir cómo internet favorece el tráfico de drogas y alertó sobre la aparición de mercados virtuales, fuertemente encriptados, ocultos en la red. En Argentina, este tipo de delito aparece en tercer lugar, detrás de la pedofilia y la pornografía infantil, aunque en Mendoza no figura entre los “cibercrímenes” para la Policía.
Esta “red oscura” (a la que también se define como deep web o ‘internet profunda’ en contraposición con la web ‘superficial’, donde se encuentra Facebook, por ejemplo), “constituye un mercado virtual al que no se obtiene acceso buscando en la web y en el que resulta difícil el control”, dice la ONU. Allí, traficantes y consumidores usan los bitcoins, una moneda electrónica y anónima, para pagar las operaciones.
En el informe se señala el caso de la página Silk Road, que fue cerrada por el FBI a fines de 2013. Tenía 200 mil usuarios, actuaba como un gran bazar de drogas y en sus dos años y medio de funcionamiento logró ingresos por unos 1.200 millones de dólares (9,5 millones de Bitcoins).
La red oculta
El ingeniero en sistemas Juan Sebastián Arbona explicó que se considera web profunda a todo aquel contenido que se encuentra en internet que no forma parte de la superficie. “Se encuentra, de alguna manera, protegido al acceso libre, por decirlo así. No vas a llegar a ellos a través de una búsqueda en Google”, dijo el especialista.
Así, detalló que para acceder a esta internet en las sombras muchas veces es necesario un software especial para llegar: “Allí podés encontrar todo tipo de contenidos: drogas, armas, prostitución, pornografía o secretos de Estado. En verdad no es tan complejo crear uno de estos sitios, se levanta en una IP un servicio al que se acceda de forma restrictiva y ya formamos parte del underground de la web”.
Nicolás Castillo, también ingeniero en sistemas, agregó que además hay formas de hacer que ciertas páginas no figuren en los buscadores: “Esto se hace mediante un archivo especial de configuración o con un tag html en la página. Vos configurás ese archivo html y los robots -se denomina así al software de los buscadores que rastrean páginas- no las registran”.
Pablo Vargas, profesor del ITU y especialista en redes de la empresa local Sílice, explicó que es difícil que en Mendoza exista este tipo de páginas ya que en general “la provincia no es muy tecnológica por esos lados. Sería algo bueno para investigarlo más en profundidad”.
“Nosotros no tenemos conocimiento de que acá en Mendoza se trabaje sobre la red TOR, que es una red totalmente anónima”, añadió por su parte Mariano Bianchi, socio y responsable de administración de Sílice. “Hay mucho también de mito en esto, ya que no se pueden comprobar bien y se tejen muchas historias, como la venta ilegal de armas y demás. Lo cierto es que muchos países están tras esto”, aclaró.
Mendoza, en la superficie
Tal como explicaron los especialistas, la internet profunda opera en cualquier lugar del mundo y allí aparecen desde sitios web como Taringa o The Pirate Bay (en los niveles más cercanos a la superficie) hasta otros vinculados con la seguridad nacional (en las zonas más profundas). La facilidad de acceso es inversamente proporcionnal a la profundidad en la que se encuentra la página web.
En el caso concreto de las drogas, especialistas y fuentes del gobierno de la provincia aclararon que en Mendoza realmente no existe un mercado de tráfico de drogas vía internet.
El abogado Jorge Chaves, creador, coordinador y ejecutor del taller de prevención del delito virtual en escuelas primarias y secundarias públicas, semi públicas y privadas, explicó que de los cuatro mil chicos con los que se ha encontrado, nunca le plantearon esta problemática y sí otras que se repiten habitualmente.
Sin embargo, indicó cómo es el panorama legal al respecto respecto a este tipo de comercio. “Nunca me pasó que algún chico, o su director, me haya manifestado que le han ofrecido compra de drogas por este medio. Igual en cuanto a la droga el principio general es que no es lícito venderlas por internet. Cualquier persona debería hacer la denuncia en la fiscalía si se topa con una de estas páginas. Lo mismo ocurre con grupos que, por ejemplo, promueven el suicidio”, dijo.
En tanto, desde el Ministerio de Seguridad aclararon que, según las estadísticas que manejan, "los delitos o solicitudes de colaboración en su mayoría son por delitos por amenazas o acosos en las redes sociales. Es difícil detectar un delito (en internet) desde el punto de vista de que son redes clandestinas".
Chaves aclaró que, de todas formas, los delitos relacionados con Internet en la provincia pasan por otro lado. Así, detalló que en general los chicos le manifiestan que son perseguidos por personas que no son de su edad, pero que lo aparentan. Lo que les hace sospechar a los especialistas es el lenguaje y el modo de presencia.
“Los delitos se hacen a través del chat. Luego de algún evento público, por ejemplo, les piden fotos de ellos (de los propios niños) desnudos o les ofrecen plata. Un caso concreto que ocurrió es que los chicos hicieron una exhibición de gimnasia y después sus fotos aparecieron en Facebook, pero sus padres no las habían subido. Luego sus padres investigaron y llegaron a que se trataba de una página dudosa”, comentó el especialista.
Chávez aclaró que en la web todo lo que se encuentra en el nivel 1 -redes sociales, buscadores, Youtube, entre otros- está sujeto a legislación, aunque sea difícil ya que hay derechos internacionales y nacionales que no se pueden vulnerar. “Debajo aparecen cosas como el sicariato, el terrorismo, la pornografía, cosas que violan la ley automáticamente, sin ponerse a pensar”, finalizó.