El ex presidente Fernando de la Rúa, de 76 años, fue sometido a una nueva angioplastia en una clínica privada del barrio porteño de Recoleta, para liberarle dos arterias que tenía obstruidas y colocarle dos stents, tras lo cual fue dado de alta poco antes del mediodía.
"Tengo la preocupación de todos los argentinos por la situación nacional. Ojalá hubiera un procedimiento clínico como el que me trató a mí tan exitosamente", dijo De la Rúa al ser consultado sobre cuál era su visión de la realidad del país.
El ex primer mandatario efectuó declaraciones a la prensa pasadas las 11, al abandonar el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT), de la calle Marcelo T. de Alvear al 2400, donde había ingresado ayer para un control programado.
"El doctor (por De la Rúa), ayer, se hizo un chequeo de rutina y decidimos ver cómo estaban sus arterias, que ya habían tenido unos procedimientos previos. Con la anuencia de él, se hizo la angioplastia y se pusieron dos stents", contó un médico que intervino en la liberación de arterias.
Y añadió: "Ayer, terminamos como a la 1.30 de la tarde y, en menos de 24 horas, (el ex presidente) se está yendo de alta. La cardiología intervencionista ha avanzado tanto que, prácticamente, reemplaza a lo que antes era una cirugía, por la cual había que estar internado unos 10 días".
El viernes 8 de junio de 2001, el por entonces primer mandatario ingresó para hacerse un chequeo médico en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, donde se le terminó practicando una angioplastia con el fin de destaparle una arteria.
El diagnóstico efectuado a De la Rúa fue "una lesión obstructiva en la arteria coronaria derecha".
El 10 de diciembre de 2010, el ex jefe de Estado fue internado en el IADT tras sentir molestias y, después de realizársele un cateterismo, se le realizó otra angioplastia.