Interna en Cambiemos limita reforma electoral

La incorporación de la boleta única electrónica y la paridad de género dividen opiniones en el oficialismo.

Interna en Cambiemos limita reforma electoral

La reforma política que impulsa el gobierno generó diferencias en el seno del oficialista frente Cambiemos en Diputados y, pese al acuerdo político que el macrismo selló con el Frente Renovador para avanzar con la boleta única electrónica, una variante presentada al cierre de dictámenes por el Frente para la Victoria (FpV) podría ser adoptada por el Senado.

“La ley va a salir, no tengo la menor duda, estamos muy de acuerdo con los demás bloques en el 99 por ciento de la ley”, transmitió, optimista, Pablo Tonelli (Pro), presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara baja, aunque el radical Jorge D'Agostino reconoció “limitaciones de consenso”.

Un importante senador confió que si bien en el bloque que preside Miguel Angel Pichetto aún no hay posición tomada, “hay muchos tradicionalistas amantes de la boleta de papel”, que como alternativa podrían modificar la propuesta para ajustarla al dictamen presentado por los diputados José Luis Gioja y Juan Manuel Pedrini, que se ajustaría a lo pretendido por los referentes del PJ.

“La Argentina del progreso es la que se aleja de la trampa. Tenemos que irnos de esa política en la que el que roba más boletas es el más vivo”, arengó el presidente Mauricio Macri en junio pasado cuando en el CCK lanzó la reforma electoral, un proyecto emblema del gobierno Pro.

Lo que no tuvo en cuenta Macri fue la condición de minoría del macrismo en el Congreso y menos aún las diferencias internas dentro de sus propias filas.

“No sé hasta que punto está alineado el frente Cambiemos con esta reforma”, se sinceró un importante legislador del Pro, que ya había advertido al Presidente sobre las complicaciones para aprobar la norma.

De las 47 firmas que avalaron el dictamen de mayoría, 32 lo hicieron con disidencias y, de ese total, cinco pertenecen al riñón del macrismo como Nicolás Massot y Luciano Laspina, entre otros.

“Las disidencias dentro de Cambiemos están en la incorporación del artículo sobre la paridad y no hubo medias tintas porque estaban los que están a favor y los que están en contra, como Massot y (Ricardo) Alfonsín”, aclaró Jorge D'Agostino.

En este contexto, Tonelli aseguró que el sistema de boleta única electrónica como la incorporación de la paridad de género “están acordados” y advirtió que “la única incógnita” sería la modificación en sistema de las PASO, que la propuesta del gobierno aspira a que sea interna por partido o espacio político.

Sin embargo, Tonelli anticipó que cuando la iniciativa se trate en el recinto es posible que se realice una modificación en la redacción del artículo relacionado con la paridad de género.

D'Agostino, promotor de la boleta única de papel, se mostró menos optimista y apuntó que la norma necesitará de 129 votos para ser aprobada y la misma cantidad para avalar cada uno de los artículos.

Desde el radicalismo saben que “varios senadores han adherido” al dictamen de rechazo del Frente para la Victoria a la boleta única electrónica y podrían modificarlo para adaptarlo al sistema electrónico “sin termo sellado ni chip”, como el que proponen Gioja y Pedrini, quienes destacaron la posibilidad de mantener “el conteo manual con participación ciudadana”.

“Somos optimistas que con esta propuesta desterraríamos parte de los vicios de la boleta de papel”, expresó Pedrini a DyN, para aclarar que la implementación tendría que ser “gradual hasta llegar al 2019 con su aplicación total” porque “el riesgo es muy grande y si llega a suceder algo nos quedamos sin elecciones”.

La oposición

El aliado massista Juan Brügge confirmó que “en líneas generales hay coincidencias” con el oficialismo, pero indicó que la principal diferencia está en la potestad para “la selección del sistema votación”, es decir, la elección de la máquina y su soporte tecnológico, que el gobierno quiere retener y que Sergio Massa aspira trasladar a la Cámara Nacional Electoral.

Brügge señaló que en el proyecto “no hay plan B” a la boleta electrónica porque “no dejamos abierto para que se aplique otro sistema” y advirtió que va a depender de “la celeridad que le pongan el Poder Ejecutivo y el Judicial”.

El salteño Pablo Kosiner (bloque Justicialista), que responde al gobernador Juan Manuel Urtubey, promotor del voto electrónico, coincidió que la implementación del nuevo mecanismo de votación “depende del gobierno y su voluntad política”.

“Lo más importante es comenzar urgente una tarea de capacitación en todo el país, es la clave del éxito del sistema. Creemos que en 2017 o aplican todo o a lo sumo el 50 por ciento y en 2019 el ciento por ciento”, dijo el legislador.

Lo cierto es que la intención del macrismo es tratar la reforma en el recinto el próximo 19 de octubre y llegará con seis dictámenes, cuatro de ellos de minoría en rechazo a la boleta única electrónica.

DyN

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