"La reforma en la Suprema Corte, manchada de intereses circunstanciales, daña las instituciones. Necesitamos una reforma de la Constitución".
La frase no es de un dirigente opositor a Cornejo ni de un politólogo de prestigio. Fue la vicegobernadora Laura Montero quien opinó esta semana sobre el proyecto del gobernador Cornejo de llevar el número de miembros de 7 a 9.
Lo cierto es que, nadie se anima a asegurar que el Poder Judicial será más eficiente con la llegada de dos ministros más.
En definitiva, el ciudadano que reclama una Justicia más rápida, seguro se quedará con gusto a pólvora aun con un tribunal de 9 ministros y hace ruido el proyecto de ampliación.
Recordemos que Menem lo hizo para poner a sus amigos en la Corte Suprema, controlar a la Justicia y evitar que las denuncias de corrupción avanzaran, al menos mientras él fuera presidente.
¿Cómo impactará esta ampliación en la imagen de Cornejo a nivel nacional? -al terminar de leer este texto se entenderá por qué esta pregunta-. Una vez más, ya suena el nombre del actual ministro de Gobierno, el sanjuanino Dalmiro Garay, como uno de los que ocuparía uno de los sillones nuevos si se concreta la ampliación.
¿Hacia el desdoblamiento?
"No lo descarto", así respondió Cornejo cuando un periodista del Diario de Cuyo le preguntó si pensaba separar la votación de gobernador de la de presidente, en Mendoza.
Antes, el mandatario mendocino le explicó que "institucionalmente y (para) el manual de la buena ciudadanía, de las buenas instituciones políticas, las elecciones municipales deberían ser separadas de las provinciales, y las provinciales separadas de las nacionales. A mi criterio, la agenda municipal, las facultades y competencias de un municipio de recoger la basura, la salubridad, el cuidado del arbolado y demás, es una agenda. El sistema de salud pública, la seguridad, la administración de justicia, la producción y demás, es una agenda puramente provincial. Y la agenda nacional de política exterior, macroeconomía... es muy distinta. Entonces, lo lógico para el ciudadano, a la hora de tomar la decisión de a quién apoyar con su voto, sería que las agendas municipales, provinciales y nacionales estuvieran separadas".
No hay dudas de que es mejor elegir intendente -mirando bien los candidatos a concejales- en una elección en la que se vote a todos los de la provincia, en otra al gobernador y en otra al presidente.
El mismo Cornejo dejó para el final la elección del intendente de Godoy Cruz. Sería un avance que por lo menos la elección de gobernador quedara definitivamente separada de la de presidente, para evitar el arrastre del candidato nacional y que cada partido gane en la provincia por la gestión que haga.
Ya no es tolerable que lleguen a gobernar colgados de un candidato a presidente que tiene los votos y que coloca en el cargo de gobernador a una persona que puede no estar capacitada. Hay ejemplos concretos en la historia reciente de Mendoza.
Un punto que siempre sale cuando se habla de desdoblar las elecciones es el del costo. El año pasado entre las PASO y las generales se gastaron cerca de 15 millones de pesos. Los costos sin dudas se reducirían si definitivamente se implementara el voto electrónico. De todas formas, ¿cuál es el costo en dinero si se gana en institucionalidad y en mejor ejercicio de la ciudadanía?
Fue más barato elegir gobernador y presidente en 2011 y la fiesta resultó más cara que haber hecho dos elecciones diferentes, más allá de que no estaba en los planes de los gobernantes en ese momento. Por eso la necesidad de que queden separadas las elecciones definitivamente y que no dependan del gobernador de turno y sus conveniencias políticas.
Sin dudas será difícil. La corporación política local nada ha hecho en Mendoza para dejar de gozar de beneficios. Siguen manteniendo las reelecciones indefinidas tanto de intendentes como de legisladores. Hasta en San Juan, provincia en que el respeto institucional es casi ninguno, los intendentes no pueden gobernar más de dos mandatos.
Si finalmente se desdoblan las elecciones en Mendoza, estaríamos a 13 meses de elegir el próximo mandatario si los comicios se hicieran en junio, mes en el que resultó electo Cornejo.
Pero hay algo clave: en el riñón del gobernador y presidente del radicalismo ya se instaló una idea: "Sí, es verdad, estamos trabajando para que Cornejo sea candidato a presidente. No iríamos a unas PASO. Debería ser con el consenso de las fuerzas que integran Cambiemos", explicó uno de los operadores de Cornejo.
Hay una pregunta para la gente en general que no tiene una respuesta clara, pero para ellos sí: "¿Quién puede canalizar el descontento que genera el Pro? El peronismo está muy mal ¿Le queda margen a Cornejo? Alfredo le vive bajando el precio al cargo de vicepresidente y en Mendoza ya tiene poco por hacer".
Los hechos, más allá de los resultados reales, van en ese camino si analizamos el "enfrentamiento" de Cornejo con Aranguren por los aumentos en la tarifa de gas, algo que ni la discusión por el aborto, ni el mundial podrán sacar de la agenda, porque las boletas de gas, luz y agua con incrementos contundentes, más allá de los motivos, van a llegar igual.
Habrá que pasar el invierno. Los que lo logren podrán ir viendo qué sucede con los interrogantes que se abren en un año con muchas sorpresas.
