El sábado, unas 3.500 mil personas se quedaron varadas en diversas localidades de alta montaña. Los visitantes, que habían ido a pasar el día y otros que querían cruzar a Chile, se vieron obligados a quedarse sin provisiones.
Con este contexto de consumidores cautivos, algunos comerciantes decidieron vender una docena de empanadas a 300 ó 500 pesos; una gaseosa a $ 80; un agua mineral de litro a $ 100; una pizza a $ 300; y una docena de facturas a $ 200. Un grupo de inspectores viajó el lunes a Uspallata y labró 13 actas de infracción, luego de recibir la denuncia de varios turistas.
El operativo tuvo como finalidad controlar que los comercios cumplieran con la obligación de exhibir el listado de precios y los medios de pago, como también de tener a disposición el libro de quejas. Hoy, los verificadores de la Dirección de Defensa del Consumidor (Ministerio de Gobierno, Trabajo y Justicia) y de la Subsecretaría de Industria y Comercio (Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía) viajarán a Puente de Inca, Penitentes y Las Cuevas para continuar con el procedimiento.
La directora de Defensa del Consumidor, Mónica Lucero de Nofal, subrayó que los precios de la carta de locales de comidas en Uspallata son similares a los que se pueden encontrar en un restaurante en la ciudad. Por eso, esperan poder identificar a los que modificaron ese valor durante el fin de semana. Para ello, es importante que quienes fueron víctimas de los sobreprecios y tengan una factura o ticket, o puedan identificar bien el negocio, realicen la denuncia al 0800- 222-6678.
Desde la Dirección de Defensa del Consumidor indicaron que están estudiando la manera de recuperar la facultad de controlar los precios que tenía la repartición y que quedó sin efecto con el decreto 1612, de 2012, firmado por el entonces gobernador Francisco Pérez.
En el marco del operativo del lunes se visitaron restaurantes, cafés, quioscos, supermercados, hospedajes y diversos comercios, y las 13 actas de infracción que se labraron fue por no exhibir las formas de pago ni tener a disposición el libro de quejas. También se hicieron emplazamientos y recomendaciones a pequeños comerciantes para evitar que se repita la distorsión de productos y servicios del fin de semana.
Lucero de Nofal indicó que planean volver a publicar en la web el listado de comercios infractores, para que los consumidores puedan consultarlo. Pero también planteó que es un tema de responsabilidad de los comerciantes porque el turista que es defraudado no habla negativamente de un comercio sino de toda la localidad o incluso la provincia.
Mario González, quien tiene un comercio en Puente del Inca -e integra la Cámara de Turismo, Comercio e Industria de Uspallata y Alta Montaña-, comentó que el abuso en los precios ocurre cada vez que se cierra el paso internacional y que es común que a los camioneros que se quedan varados en Uspallata les cobren 50 pesos el kilo de pan.
Lo mismo ocurre, detalló, en Penitentes, donde en temporada alta se cobra 50 pesos un café chico, pero también en el aeropuerto. González manifestó que existe un sistema de comisiones que cobran los guías de turismo y llega a un 30%, que se traslada a los precios al consumidor final. También, que espera que la nueva gestión de Turismo facilite el trámite para poder tener la lista de precios con el sello correspondiente exhibido en la vidriera.