El árbitro del partido Nantes-París SG, Tony Chapron, se convirtió en la estrella del partido tras haber intentado derribar con una patada a un jugador que le había hecho tropezar, antes de expulsarlo cuando se hubo levantado.
En un contragolpe parisino, en los últimos segundos del partido, Chapron corría hacia la portería nantesa cuando su carrera se cruzó con la del central brasileño Diego Carlos que le hizo caer de forma involuntaria.
El árbitro extendió entonces la pierna de forma voluntaria hacia el brasileño, que pasaba al lado para intentar hacerle caer también.
Tras un breve intercambio de palabras, el árbitro, policía en la vida civil, sacó una segunda tarjeta amarilla al defensa, lo que conllevaba su expulsión.
"Me ha dicho que no quiso en ningún caso dar una patada al jugador, que se sintió empujado en la espalda. Para él, no se cayó solo", contó el presidente del Nantes, Waldemar Kita, unos minutos después de una conversación con el cuerpo arbitral, al que calificó como "muy amable, muy tranquilo".
Chapron aseguró a Kita que no quiso voluntariamente hacer caer a Diego Carlos, una versión que las imágenes de televisión contradicen sin ambigüedad.
"Me ha dicho que resbaló, pero yo sé que lanzó una patada (a Diego Carlos). Sé que es muy difícil arbitrar pero hace falta que reflexione de vez en cuando, ya que si nosotros hacemos eso nos caen diez partidos" de suspensión, dijo el centrocampista del Nantes, Valentin Rongier.
"Me ha señalado que iba a revisar la acción y que si no era eso lo que había pasado, anularía la tarjeta", explicó además Kita.
El incidente eclipsó el resultado del partido (victoria por 1-0 del PSG) e incendió las redes sociales con el hashtag #ChapronRouge en un juego de palabras con Chaperon Rouge (Caperucita Roja).