Un albergue para familiares de pacientes internados en el hospital Teodoro Schestakow funciona desde 2009 en la calle Independencia al 200 de San Rafael, gracias a la acción siempre desinteresada y altruista de la Cooperadora del hospital, integrada por un grupo de mujeres.
Sin embargo, en los últimos días se conoció la existencia de un proyecto del diputado provincial Raúl Guerra para construir un albergue para las madres de los niños que estén internados en neonatología del hospital, que ya cuenta con media sanción y que se superpone con la función del espacio que brinda la Cooperadora del Schestakow.
Esto sorprendió a allegados al albergue existente, quienes manifestaron a Los Andes su deseo de ponerse a disposición de los legisladores provinciales, incluido el sanrafaelino Guerra, para que puedan conocer el lugar, la cobertura que ofrece como también las tareas que realiza desde hace 60 años la cooperadora.
El edificio donde funciona el albergue tiene dos pisos, cuatro habitaciones en la planta alta y cuatro en la planta baja, algunas con tres y otras con cuatro camas.
En cada piso hay dos baños con sus respectivas duchas con agua caliente, abajo además de la cocina totalmente equipada con heladera, vajilla y utensilios, posee una sala de estar amplia y lavandería. Cuenta con 32 camas y tres cunas distribuidas en las ocho habitaciones, con su ropa de cama correspondiente, cuyo cambio y envío a la lavandería del hospital está a cargo de la cooperadora.
Este albergue se encuentra a menos de 200 metros del hospital, y para acceder a él se requiere la derivación del jefe de servicio que asiste al paciente y del Servicio Social del hospital, que es el que evalúa la situación socioeconómica del enfermo y su familia, y determina si se le puede requerir una colaboración para el mantenimiento de las instalaciones, aunque si no puede el hospedaje es sin cargo.
Es que estas habitaciones son prestadas a familiares de personas que deben permanecer internadas en el hospital y que viven en zonas alejadas o que no tienen los medios suficientes para volver a sus hogares mientras dura la internación.
“Desde 2010 también se alojan embarazadas en riesgo, madres de niños prematuros e internados en neonatología, pacientes ambulatorios y oncológicos necesitados de atención frecuente y que provienen de zonas alejadas al hospital”, comentaron Isabel Gómez de Pérez y Elina Saindin de Lemos, secretaria y prosecretaria de la Cooperadora del hospital.
Este lugar por el que pasan cientos de pacientes y familiares al año se logró gracias a que el trabajo de los miembros de la Cooperadora logró contagiar su entusiasmo a otras personas, como Oscar Russo (ya fallecido) que dirigía la fundación San Rafael de Corazón, quien puso entonces a disposición del inmueble donde funciona el albergue, en un comodato por 10 años que sus hijos mantienen aun como beneficio.
También sumó el apoyo del escribano Blasco y del Rotary Club San Rafael Este, que compró las 32 camas con sus respectivos colchones, almohadas y mesas de luz, toda la ropa de cama y blanca, la mesa, las sillas, los lavarropas, cocina, heladera, y calefactores para dejar en condiciones óptimas para su funcionamiento.
Media sanción
La propuesta del diputado Guerra, que ya obtuvo media sanción en la Legislatura, solicita la construcción de un espacio no inferior a 50 metros cuadrados, que contenga cuatro habitaciones, dos baños, cocina y un espacio de usos múltiples. Esto debería ser edificado en el interior del predio del hospital para lograr la proximidad de las mamás con sus bebés internados, y busca que la partida de 500.000 pesos necesarios para su construcción sea incluida en el presupuesto 2016.
Los principales objetivos del proyecto de Guerra son proporcionar un lugar adecuado para acompañar al bebé durante la internación, estimular el vínculo madre e hijo y fortalecer la lactancia materna, ya que Unicef y la Sociedad Argentina de Pediatría sugieren que los bebés nacidos prematuros o con bajo peso debe estar en contacto con sus madres por lo menos 12 horas diarias.