Un hecho insólito sucedió en el fútbol de ascenso inglés cuando uno de los entrenadores del Wycombe Wanderers tuvo que reemplazar al arquero del equipo, quien se retiró lesionado por un fuerte golpe en la cadera.
Así, Barry Richardson -46 años- fue la gran figura en la League Two tras el triunfo por 1-0 en la visita al Plymouth.
A pesar de su edad avanzada, el golero improvisado tapó dos situaciones de gol.
Richardson no jugaba desde 2005 y hasta se tomó un té antes de salir al campo de juego.