Una insólita disputa se desató entre el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, y su par chaqueño, Jorge Capitanich, por los casos positivos de coronavirus en ambas provincias, con un capítulo judicial que ya comenzó a escribirse.
Valdés acusa a Capitanich de descuidar al personal de sistema de salud del Chaco donde trabajan profesionales correntinos que todos los días cruzan el puente interprovincial General Belgrano y viajan hasta Resistencia para trabajar allí.
Chaco es, junto a la Capital Federal, uno de los distritos en los que el Gobierno nacional ya confirmó transmisión comunitaria de coronavirus. En el distrito, que a su vez fue el primero en anunciar el aislamiento obligatorio el 17 de marzo, hay cuatro muertos.
El gobierno correntino informó que entre los once casos positivos que tenía hasta la mañana de este sábado, seis corresponden a personal de la salud que vive en la provincia pero se desempeñan profesionalmente en las ciudades de Resistencia y Sáenz Peña.
Tras ello, Valdés decretó el aislamiento total y obligatorio para los 39 médicos y enfermeros que viven en Corrientes pero cruzan el río Paraná para desempeñarse profesionalmente en territorio chaqueño.
“Lamentablemente Chaco no tomó las medidas con los trabajadores de Corrientes que prestan servicio en esa provincia. Nosotros establecimos una cuarentena para aquellos que trabajan allí como si vinieran del exterior, es una cuestión de salud pública”, dijo el radical Valdés.
El correntino dijo que no tiene nada en contra de su par chaqueño, el peronista Capitanich, ni respecto de los ciudadanos chaqueños, pero aclaró que “hay que ser conscientes de lo que significa esta pandemia”.
“Estamos tomando medidas para evitar la pandemia. Si vienen del Chaco tienen que estar aislado obligatoriamente y hasta que sepamos quiénes tienen el virus y quiénes no, van a estar en cuarentena”, enfatizó el gobernador en declaraciones a la radio local La Dos.
Según aseguró el ministro de Gobierno del Chaco, Juan Manuel Chapo, Capitanich levantó el teléfono y llamó a su par correntino para buscar un punto de acuerdo, pero no hubo entendimiento.
Chapo precisó que la decisión de Valdés será un “golpe duro” principalmente para el Hospital Julio Perrando, el más grande de la provincia ubicado en Resistencia, porque allí trabajan en áreas muy especializadas como la terapia intensiva los médicos y enfermeros que ahora están aislados.
Tras la imposibilidad de un acuerdo político y con aval de Capitanich, la Federación Médica del Chaco y la Asociación de Clínicas y Sanatorios de esa provincia presentaron ante el Juzgado Federal de Resistencia una acción de amparo y medida cautelar para bloquear la medida.
La presentación judicial busca que los alcanzados por esta disposición de Valdés puedan regresar a sus actividades normales en territorio chaqueño en el marco de la emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus.
Pero Valdés defendió su decisión: “No es un conflicto, estamos trabajando de manera conjunta y esta es la decisión del Gobierno de la Provincia, es mi responsabilidad cuidar a los correntinos y no voy a dar marcha atrás”.