“Hasta que un camión choque a un colectivo o un trole que venga cargado de pasajeros y queden 20 cadáveres desparramados, no van a hacer nada”, lanzó Ricardo Justino Ayala. Es que la colisión de ayer al mediodía, de un vehículo de carga sin frenos contra un auto y una casa en la esquina de Mitre y Bandera de los Andes, de Guaymallén, lo hizo volver 15 años atrás. En noviembre de 2000, por una situación casi idéntica, murió su madre y sus dos hijas estuvieron internadas durante una semana.
Un vecino pasa por la vereda y le pregunta si está bien y Ayala explica que se desmayó en la mañana, cuando acudió a intentar ayudar a la familia que venía en el auto que circulaba por Bandera de los Andes y, al cruzar el semáforo en verde, fue impactado por el camión sin frenos. “Uno espera que su madre muera de vieja, no que le tengan que cortar las piernas y no sobreviva”, cuenta porque para él se trata de la misma historia.
Afortunadamente, en este caso, la familia que iba en el auto sufrió heridas pero no de gravedad. Enrique Cerezo, otro vecino, comentó que la mujer llevaba a su bebé de dos días en brazos, porque venían de un control en el hospital Notti, y que es probable que la pequeña se haya salvado porque el vehículo no tiene airbag. El hombre, con más de 50 años en la zona, resaltó que hace un tiempo arreglaron la calzada, pero que se ha convertido en una “pista de carreras”.
Gabriel Pozo vive en la casa de la esquina noreste de Bandera de los Andes y Mitre, donde el camión sin frenos impactó ayer. Asegura que, más allá del susto que pasaron, lloró de felicidad porque sus hijos de dos y cuatro años habían estado jugando en el patio hasta cinco minutos antes del choque y entraron para ver ‘La Pantera Rosa’.
El viejo camión, que perdió las ruedas delanteras producto de la colisión, arrasó con el portón del patio y arrojó un parante de caño de 20 centímetros de diámetro y la pesada reja contra la pared del fondo, a unos 15 metros del frente. El espacio quedó cubierto con los troncos de rollizos que llevaba el vehículo de carga.
El ruido del impacto del portón contra la pared de la vivienda contigua provocó que la mujer que vive allí se descompensara. Se trata de la hija de la mujer que falleció en esa misma vivienda hace 15 años y hermana de Ayala.
De larga data
Los habitantes de la zona no se sorprenden demasiado por "un accidente más" aunque manifiestan desde fastidio hasta impotencia. Algunos, como Enrique Cerezo, han presenciado camiones desplazándose sin frenos e impactando contra lo que encontraban en el camino. A otros, como Ayala, los ha tocado más de cerca; él no deja que sus hijos crucen la calle.
Mitre es la continuación, hacia el norte, del Acceso Sur y empalma de forma directa con Mathus Hoyos, por lo que el transporte pesado que va en dirección al Acceso Norte la utiliza como vinculación. Al punto que los frentistas aseguran que circulan por esta calle unos 40 camiones con diversas cargas, entre ellas de combustible y gas.
Además, en la esquina de Bandera de los Andes hay dos edificaciones y un patio que están fuera de línea porque cuando se mejoró la calzada no se las expropió. Aquí la calzada se angosta y forma un embudo. Los vecinos sostienen que la gestión municipal anterior les ofreció 90 mil pesos aunque Vialidad nacional le dio 400 mil a la comuna por cada propiedad.
También aseguran que otro de los problemas es la alta velocidad, sobre todo por las noches. En estos años han reunido firmas para pedir una solución, pero no parecen ser una buena opción los semáforos (los pasan en rojo) ni los lomos de burro. Para ellos, la única respuesta es que los camiones dejen de circular por ahí.
Analizar el tránsito
El secretario de Obras y Servicios Públicos de Guaymallén, Marcos Calvente, detalló que calle Mitre es jurisdicción de Vialidad provincial, pero que la comuna realiza algunas obras de mantenimiento. Próximamente comenzarán a reparar la calzada desde el Espacio Cultural Le Parc hasta Pedro Molina. En cuanto al ordenamiento del tránsito, planteó que están desarrollando un master plan para todo el departamento.
Para ello, irán analizando las intersecciones que necesitan semáforos, las calles en las que se puede dejar un carril exclusivo para el transporte público y otras medidas. En este marco, podrían estudiar qué hacer con la circulación de camiones por Mitre, pero reconoció que se trata de un estudio a mediano o largo plazo.
Una vía rápida
En el pasado, hubo un proyecto de convertir calle Mitre en una vía de conexión entre el Acceso Sur y el Acceso Norte. Sin embargo, como la calzada se debía ensanchar de forma considerable, lo que requería numerosas expropiaciones, nunca se concretó. En cambio, se fue mejorando el asfalto existente ya que el mal estado anterior también favorecía los accidentes.
De todos modos, la calle funciona como una arteria de vinculación que utilizan los camiones. Los frentistas hasta indican que con la calzada en mejor estado los vehículos circulan a mayor velocidad. Ellos preferirían que el tránsito pesado se desviara por alguna arteria ubicada más hacia el Este, para evitar una zona donde, además de casas, hay escuelas, jardines y el Le Parc.
Reforzar controles
Oscar Hómola, director de Seguridad Vial de la provincia, comentó que tienen puestos de control fijos en el Acceso Sur y que evidentemente el camión pasó ayer por uno de ellos. Pero señaló que sólo pueden detener vehículos y pedir al conductor la licencia y el seguro, como también verificar si funcionan las luces. Otros elementos de seguridad, como los frenos, indicó, sólo pueden chequearse en la revisión técnica.
Pese a esto, manifestó que estarán más atentos a los camiones de una cierta antigüedad, que circulan con carga (tal vez un exceso) para intentar prevenir este tipo de accidentes. Sobre la verificación técnica obligatoria, Hómola indicó que es incumbencia de la Comisión Nacional Regulatoria del Transporte (CNRT).