Las 112 víctimas fatales registradas en accidentes de tránsito en lo que va de 2014 -cifra idéntica a la registrada a esta altura de 2013-, los más de 130 proyectos vinculados a la seguridad vial que duermen en la Legislatura y lo que ellos consideran una inacción por parte de las autoridades provinciales para intentar contrarrestar la situación, motivaron a la agrupación Voluntarios en Red Mendoza para que insista con la “urgente necesidad” de que Mendoza declare la “Emergencia en Seguridad Vial”.
“La pedimos hace dos años y seguimos esperando una respuesta. No hay planificación ni política de Estado. No hay ni siquiera recursos para comprar alcoholímetros, pipetas o radares. Todo esto pasaría a ser prioridad si se declarara”, destacó Hugo Fiorens, coordinador del grupo.
En tanto, destacó que otro de los grandes problemas que se presentan a nivel provincial, al momento de actuar gubernamentalmente, está vinculado a la diversidad de organismos sobre los que recae el tema de seguridad vial y, al mismo tiempo, a la falta de trabajo coordinado entre todos.
“Está el Ministerio de Transporte por un lado, la Dirección de Seguridad Vial (que depende del Ministerio de Seguridad) por el otro y se le suma la dependencia mendocina de la Agencia de Seguridad, que todavía no ha hecho absolutamente nada. Por internas políticas, nunca hay efectivos disponibles para una u otra”, manifestó Fiorens.
En tanto, conductores y peatones mendocinos consultados por Los Andes reconocieron -aunque sin tanto convencimiento ni autocrítica- que suelen ser imprudentes al salir a la calle. Ayer se conmemoró el Día de la Seguridad Vial en todo el país.
Urgencia
Desde su lugar, Fiorens se preocupa constantemente por los temas que hacen a la accidentología y a las medidas a tomar. No tiene ninguna inclinación política ni partidaria, sino que -como él mismo se encarga de aclarar- su único interés es que se logre controlar y bajar el número de víctimas (fatales y no) en siniestros viales.
“En lo que va de 2014 llevamos 112 víctimas fatales y siete de ellas han sido en accidentes de junio. El dato es exactamente el mismo que nosotros teníamos el año pasado, ya que mayo de 2013 lo habíamos cerrado con 105 fallecidos. El total de 2013 fue de 248 muertos y, si no se hace algo urgente al respecto, este año vamos a tener un número similar”, destacó el hombre que, junto al grupo que coordina, lleva sus propias estadísticas. También, resaltó que generalmente el segundo semestre del año suele ser más conflictivo y con más víctimas.
Además de la emergencia, son múltiples los reclamos que vienen haciendo desde hace años. “No hay controles fijos en los horarios de mayor riesgo, que son los fines de semana entre las 4 y las 10. Tampoco participa Gendarmería al momento de realizar control de alcoholemia a los camioneros, ni siquiera después de lo que pasó en San Martín (un camionero ebrio que iba a contramano chocó en ruta 7 a un colectivo y el saldo fue de 16 muertes). Hasta hemos pedido que se constituya una comisión bicameral de Accidentología vial en la Legislatura, pero no se ha logrado.
Hay más de 130 proyectos sobre seguridad vial que están ahí, olvidados -como ocurre con el de conductor designado-, y que podrían agruparse. Pero no lo hacen. Prima la idea de que si lo presentó la UCR, el PJ no tiene que apoyarlo. Y viceversa. Mientras tanto, quedamos nosotros en el medio”, destacó.
Entre otras propuestas con las que insistió, enumeró la tolerancia cero en cuanto alcohol. “Ni siquiera 0,5. Tiene que ser cero, no debe tomar nada quien maneja”, advirtió-, retener el auto además del carnet ante una infracción y sumar trabajo comunitario al monto económico.
Autocrítica
Más allá de la acción o la falta de ella por parte del Gobierno, lo cierto es que la solución debe empezar por uno mismo. Y es aquí donde el propio Fiorens y los mendocinos consultados por Los Andes hacen autocrítica.
“Según las estadísticas, los accidentes son normalmente 90% por un error humano y 10% por factores climáticos o estado de la ruta. Sin embargo, si yo salgo a andar en la ruta a 130 km/h, no es culpa de la lluvia sino que es culpa mía si pasa algo. Yo creo que termina siendo 99% responsabilidad humana”, indicó Fiorens, quien destacó que existe anomia por parte del Estado y de la sociedad en esta problemática.
“Normalmente ando con cuidado, especialmente cuando voy por el centro pero reconozco que en la ruta muchas veces ni sé cuál es la máxima permitida porque no me fijo en los carteles. Alguna vez crucé la doble línea amarilla”, indicó Marta Ruiz (46), una de las conductoras consultada.
“Trato de respetar todas las normas”, se defendió a su turno Juan Martín, aunque tal vez sin notar que mientras decía esto tenía medio auto pisando la senda peatonal.
Los peatones también aportan su cuota de imprudencia. Con estar cinco minutos en la esquina de Garibaldi y San Martín es notable cómo cruzan Garibaldi sin tener en cuenta que hay vehículos que tienen verde para doblar por esa calle (los que vienen por San Martín desde el sur) y que los caminantes tienen luz roja.
O los chicos y adolescentes a la salida del colegio. “Ya estoy acostumbrado a tener que ir atento y frenar de golpe en las escuelas, porque cruzan por la mitad de la calle y corriendo”, indicó Pedro Martínez (62), mientras pasaba por la esquina de Patricias Mendocinas y Gutiérrez.