No todos los que toman fotografías tienen en claro conceptos como iluminación, velocidad de obturador y modos de disparo. Algunos tan solo vemos algo llamativo y sacamos la cámara, nada más ni nada menos.
El problema suele surgir con aquellas cosas que obstruyen lo que buscamos retratar. Objetos en movimiento, un haz de luz o el típico reflejo de nosotros mismos en una ventana son las razones más comunes por las que una imagen casual queda arruinada.
Google y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) quieren solucionar los problemas más básicos del fotógrafo amateur y han desarrollado una revolucionaria tecnología que mejora sustancialmente la presencia de reflejos en las fotos.
Los resultados son absolutamente sorprendentes. ¿Cómo lo logran?