En adhesión a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la Asociación de Mujeres de Negocios y Profesionales de Capital (Amnyp) se reunirá hoy para analizar la inmigración en la Argentina y el rol de las mujeres.
Disertarán Elizabeth Battini (50, alvearense, voluntaria de ONGs altruistas), sobre “Corrientes inmigratorias en la Argentina”, y la escribana Elena Guevara de Guardiola acerca de “La mujer en la inmigración”. Ambas son integrantes de la entidad.
Los hitos
En el marco de una reseña histórica y legal de la inmigración, Battini anticipó que se explayará sobre las migraciones precolombinas, y las de los siglos XIX y XX, fomentadas por la Constitución Argentina de 1853 bajo la base del precepto alberdiano "gobernar es poblar".
“Los conquistadores y colonizadores hispanos fundaron ciudades y establecieron explotaciones rurales, llamadas estancias. Se ubicaron en las zonas más densamente pobladas por culturas indígenas agrarias, y fundaron las ciudades de San Miguel de Tucumán, Salta, Santiago del Estero, y posteriormente Córdoba”, contó.
La estudiosa comentó que en 1810 habitaban en el territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata unos 6.000 españoles, sobre una población de entre 500-700.000 habitantes.
La migración andina proveniente de Chile se afincó en San Juan y Mendoza. “Las primeras colonias rurales de inmigrantes tuvieron lugar bajo el gobierno de Urquiza, experiencias que datan de finales de 1856 e incluyen las colonias suiza de Varadero, Esperanza, y también la galesa de Gaimán (Chubut)”, añadió.
Quienes le sucedieron a Urquiza en la presidencia: Mitre, Sarmiento y Avellaneda, dieron estímulo a iniciativas similares. “La decisión se basaba en aumentar la producción de la tierra, para poder exportar”, explicó.
La expositora recordó: “En 1857 se fundó la Asociación Filantrópica de Inmigración, que obtuvo una subvención gubernamental y la concesión de los terrenos anexos al puerto de Buenos Aires, donde se levantó el primer Hotel de Inmigrantes. La Argentina recibió mayoritariamente inmigración europea, constituida por italianos y españoles”.
Hizo referencia a lo ocurrido en 1876, con el dictado de la Ley de Inmigración 761/76. El estímulo incluyó propaganda en Europa, a través de agencias oficiales en ciudades y puertos.
La construcción del ferrocarril representó una importante fuente de trabajo, pero muchos se abocaron al comercio y a la artesanía. El sector industrial reclutó sus principales impulsores y otras actividades estaban estrechamente ligadas al modelo agro exportador.
Una importante corriente llegó entre 1948 y 1952, como fenómeno masivo. En cambio, la inmigración de países limítrofes, se mantuvo relativamente estable a lo largo del siglo XX.
Entre las causas de emigración de los distintos pueblos hacia la Argentina, se citaron las siguientes: la débil capacidad de adaptación de las economías a la revolución industrial. Las epidemias, como por ejemplo, el cólera. La falta de organismos asistenciales. Las guerras mundiales.
Crisol de nacionalidades
La inmigración italiana en Argentina fue la más numerosa. Es una de las comunidades extranjeras más representativas del país, con llegadas que se extienden desde 1870 hasta 1951.
Las principales ocupaciones fueron: agrícolas, artesanías, el comercio y las profesiones liberales. Se concentraron principalmente en el área metropolitana de Buenos Aires y en las regiones de Córdoba, Santa Fe y Mendoza (donde fueron los precursores de la vitivinicultura).
El motivo principal del arribo de españoles, a mediados del siglo XIX, fue la grave situación económica, así como el arduo servicio militar. “En 1870, las condiciones rurales en España favorecieron la emigración, desde 1857 hasta 1952”, puntualizó la investigadora.
Señaló que las ocupaciones fueron diversas: talabarteros, hojalateros, en tareas agrarias, estibadores, trabajadores de la construcción, transportistas, hoteleros o fabricantes de ladrillos, y se dedicaron al trabajo de saladeros e industrias lácteas. A partir de 1920, el nivel ocupacional de los españoles se concentró en la industria manufacturera y el comercio minorista, preferentemente en hotelería, bares y restaurantes.
No estuvo ausente en el trabajo la valorización de la llegada al país de sirios y libaneses, con destacada presencia en Mendoza, y de la comunidad judía, con ingreso a las fronteras nacionales entre 1846 y fines del siglo XIX.
Battini apuntó que el país acredita la tercera población más grande de inmigrantes japoneses y sus descendientes en Latinoamérica, después de Brasil y Perú.
Desde países de América emigraron bolivianos, chilenos, peruanos, colombianos, uruguayos y paraguayos. Hay un alto porcentaje de bolivianos y peruanos en Cuyo, que se desempeñan en el agro y en el comercio. “Su aporte es una instancia fundamental en las cosechas anuales”, comentó Battini. Y destacó la presencia entre nosotros de ciudadanos chilenos y el intercambio fluido con Uruguay desde los tiempos de la independencia.
En los últimos años, ha sido notable la afluencia de personas provenientes de otros países latinoamericanos: colombianos, venezolanos, ecuatorianos, brasileños, quienes han llegado a trabajar, estudiar, y hacer negocios.
“Luego de este repaso por aquellas maravillosas culturas que han afincado un pedacito de su esencia en esta nación, entendemos por qué la Argentina es considerada un crisol de nacionalidades”, concluyó Battini.
El papel de la mujer
Por su parte, Elena Guevara puntualizó: "Inmigrante viene de la palabra migrar, partir, y si consideramos el prefijo in, el concepto es más profundo: el inmigrante parte para quedarse en el lugar donde va a vivir".
Luego de recordar la preocupación de Manuel Belgrano por acercar pobladores de otras latitudes, Guevara destacó el pensamiento de los constituyentes de 1853. Citó el mandato del preámbulo de la Constitución nacional cuando señala la necesidad de “...asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”.
Y añadió: “Debemos rescatar dos conceptos: que ‘quieran habitar’ a diferencia de que vengan obligados, y habitar, que viene del verbo haber, tener, y entonces podemos decir ‘que quieran tener aquí su casa, su hogar, su trabajo y su vida’”.
"La mujer tuvo una influencia preponderante en la venida de las corrientes inmigratorias. Fue (y es) la que dentro del hogar mantendrá la cultura y las costumbres tradicionales del país del cual viene, y dentro de la intimidad de la casa, absorber lo nuestro a través de sus hijos", reflexionó en su charla con Los Andes y resaltó "el dolor de las mujeres, que se quedaron en el terruño de origen, mientras hijos, hermanos, maridos y otros parientes avanzaron hacia el suelo prometido".
Convocacatoria para hoy
La Asociación de Mujeres de Negocios y Profesionales de Capital ha organizado para hoy un acto en homenaje al Día Internacional de la Mujer, que se conmemoró el 8 de marzo.
La reunión se realizará a las 18.30 en el salón auditorio de la Unión Comercial e Industrial (Patricias Mendocinas 1.157).
Disertarán Elizabeth Battini de Arbitelli y la doctora Elena Guevara de Guardiola. A la finalización de las charlas actuará el profesor Fernando Ballesteros y también se ofrecerá un número de danzas árabes y españolas. Presidirá el encuentro la presidenta de la asociación, Helena Álvarez de Videla.