Una de las grandes preocupaciones de los padres ha quedado de lado. El plenario de docentes provinciales decidió aceptar la oferta salarial del Gobierno y las clases comenzaron con normalidad, abriendo también la posibilidad de que se alcancen los 180 días de clases que han establecido las autoridades educativas para alcanzar los objetivos.
El del comienzo de la actividad educativa no es el único problema que debe solucionar la educación, pero al menos se plantea como un buen augurio con relación al futuro. En el pasado quedaron aquellos enfrentamientos entre el gremio y el Gobierno en la discusión salarial que llevaron inclusive a improvisar marchas de protesta durante los actos vendimiales.
Quedó también atrás aquella incertidumbre que solía ganar a los padres por saber si las clases comenzarían o no y hasta se han calmado las aguas respecto de la discusión de los salarios en otras actividades laborales relacionadas con el Estado.
Ese buen comienzo permite establecer que podrán cumplirse los objetivos respecto de los planes fijados para cada uno de los cursos en los distintos niveles educativos. Aunque también es cierto que hay aspectos que deberían tenerse en cuenta.
Días pasados, Alieto Guadagni, especialista en temas educativos, señaló que una parte importante de los problemas de la educación se centra en el hecho de que el “calendario” escolar, que está directamente relacionado con la cantidad de días feriados y sin clases, ha sido fijado en los últimos años por el Ministerio de Turismo y no por el de Educación, haciendo hincapié entonces en el hecho de que el año pasado un feriado, que cayó en domingo, fue pasado para el lunes, a los efectos de sumar otro “fin de semana largo”, entre otros ejemplos en el transcurso del año.
Es un aspecto que debería ser tenido en cuenta por las autoridades nacionales, especialmente por la jefa del Estado, que hace permanente hincapié en la cantidad de gente que suele ocupar distintos lugares turísticos pero no tiene en cuenta los días de clases que se pierden o las pérdidas en otras actividades económicas.
Ese aspecto debería ser considerado de manera especial este año, en razón de que, por haber elecciones provinciales y nacionales, y en los dos casos con primarias abiertas y obligatorias, habrá por lo menos cuatro días menos de clases en razón de que los establecimientos educativos quedan cerrados el día después de los comicios a los efectos de realizar la limpieza y la desinfección correspondientes.
Otros especialistas destacan además que dentro de los problemas que no permiten alcanzar una educación de calidad se ubica la intención de priorizar en forma muy tajante la necesidad de inclusión del alumno dentro del ámbito educativo por sobre la calidad de la educación, expresando que si bien es cierto que no se puede dejar a adolescentes y jóvenes en la calle, tampoco se puede permitir que esa situación se cumpla al costo de lesionar aspectos esenciales de la educación, como es el respeto a las autoridades educativas.
La docencia requiere de una gran dosis de vocación. Ningún docente ha mejorado sustancialmente su situación económica con su salario. No sucedió antes ni ocurre ahora. De allí que la aceptación de la oferta salarial realizada por el Gobierno signifique una importante muestra de madurez de parte de los trabajadores.
Este aspecto también debería ser valorado por los padres en la relación de mutuo respeto que debe existir en la comunidad educativa, pero también una responsabilidad para el docente en el sentido de continuar ese camino para alcanzar los objetivos fijados a cumplir a lo largo del año.
