La Sociedad protectora de animales de San Rafael, a cargo de Claudia Scabello, volvió a la carga con la idea de que el zoológico de esta ciudad sea cerrado de una vez por todas ya que no cumple con la función para la que fue ideado y los animales que aún allí permanencen corren riesgos de ser sustraídos o simplemente morir por lo que se considera poca atención y mantenimiento.
En realidad el paseo está prácticamente inactivo y son ya pocos los animales existentes y en los últimos años se han producido robos que van desde burros hasta hace unos días águilas doradas. También se han comprobado acciones desaprensivas como cuando se ataron las cornamenteas de un ciervo con alambre.
La campaña que ha iniciado la sociedad a través de las redes sociales reza: "Ya se han robado los cóndores, las águilas doradas, los jabalíes bebés (ahora hay 6 bebés nuevos). Por favor, a quien corresponda, cierren el zoo", Se agrega otra leyenda que dice: "Lo más importante es que dejen de ir al zoo. Cuando no haya más público cerrarán sus puertas. Si vas al zoo sos cómplice de su encierro. Pensá, vos pasas 5 minutos, ellos se quedan toda la vida".
Lo cierto es que este paseo desde hace años es preocupación de distintos sectores sociales porque aparentemente los fondos destinados a mantenimiento no serían los suficientes y nadie se animaría a proponer aumentarlos debido al impacto social y político que implica hoy a nivel mundial la existencia de estos lugares considerados perjudiciales para los animales.
En julio de 2011, la concejal justicialista Jaquelina Rebolledo presentó un proyecto de reestructuración de este espacio que luego fue aprobado por el Concejo Deliberante. Se proponía convertirlo en granja educativa y hacer en el predio una huerta orgánica que formara parte del paseo. También que se construyera un salón para proyectar videos sobre animales a los chicos y servirles una taza de leche y una tortita, en especial a los niños de escuelas alejadas.
Ese proyecto fue aprobado pero jamás se puso en vigencia. Desde la comuna se decidió no opinar al resepcto. Este paseo está bajo la órbita municipal.
En 2006 ya el entonces encargado había propuesto remodelar el paseo, cambiar las jaulas, reparar las dañadas, fabricar cartelería con información sobre cada especie, además de incrementar el número de animales. Pero la idea tampoco prosperó.
Antes de comenzar su declinación supo tener 1 pavo real, 8 patos Pekín, 1 iguana tropical, 1 loro barranquero, 2 gallinetas, 4 lechuzas, 10 cobayos, 1 oveja somalí, 3 gallinas polacas, 1 mono aullador o carayá, 1 mono caí, 3 vizcachas, 10 tortugas, 1 coatí, 2 caranchos, 2 águilas coronadas, 2, pumas, 2 hurones, 4 aguiluchos, 2 cóndores, 3 jabalíes, 3 guanacos, 1 ciervo colorado, 7 ciervos Dama y 2 burros. La mayoría de estos animales ya no están.
Las instalaciones ocupan unas dos hectáreas, pero la superficie total del zoo es de 7 has. Por eso, la inseguridad es el mayor inconveniente que afrontan cuidadores y encargados.
El zoológico tiene sus fondos sobre uno de los brazos del río Diamante, y por allí ingresan personas que se roban los animales o simplemente hacen daño en el lugar.
El paseo fue fundado en 1961 por gestión del vecino Mario Bonandi, quien ya tenía varias especies en su propio domicilio del barrio Pueblo Diamante.
En la actualidad, si bien se conserva toda la estructura, muchas jaulas están vacías. Varias ausencias llaman la atención de los más memoriosos como la del tigre de Bengala, y de otros animales de menor tamaño.