Familiares, amigos y colegas despidieron con profundo dolor los restos del reconocido conductor televisivo y radial Oscar López Pájaro, quien se suicidó a la una de la madrugada del domingo en su departamento de calle España de Ciudad.
Su ex esposa, la también periodista y productora Dorita Marasco; el locutor Sergio “Coco” Gras y el músico Johnny Orozco, entre otros, fueron algunas de las figuras que lo acompañaron hacia su eterno descanso en el cementerio de Rodeo de la Cruz donde el “Pajarito”, como se lo conocía cariñosamente, fue enterrado ayer a las 10 de la mañana.
Tanto el gobernador Francisco Pérez como el diputado Julio Cobos, entre otras figuras de la política local, dejaron sus condolencias en Twitter, así como los numerosos periodistas y personalidades que lo conocieron y trabajron con él.
Dueño de una vasta experiencia en el medio radial y televisivo, Oscar López Pájaro había calado profundamente en el sentimiento del público mendocino a fuerza de carisma y gracias a un estilo llano y directo que apuntaba al corazón de sus interlocutores.
Había llegado a Mendoza desde Buenos Aires cuando apenas contaba 23 años y el 10 de julio pasado había celebrado sus 75.
De ser un mero programador musical en Radio LV6 saltó al micrófono con “Hola muchacha”, cuyo estilo desenfadado le valió ser, desde 1966, el programa más escuchado de su franja horaria y por el que todavía muchos lo recuerdan.
En televisión también se atrevió a los juegos con “Gran 7”, donde el canal sorteaba un auto 0 KM por mes entre otros premios, y poco después abordó temáticas más sociales con “¿A quién le importa?”, además de conducir bailes, fiestas y eventos, en los que la gente se agolpaba para pedirle un autógrafo.
Varias generaciones lo escucharon por la radio y otras tantas crecieron viéndolo en la pantalla chica local.
Entre sus últimos programas cabe destacar el radial “Palabras mayores”, que lo tuvo al frente por Nihuil desde mayo de 2010 y en el que aportaba soluciones a la gente que lo llamaba para contarle problemas de distinta índole.
Uno de sus últimos programas fue “Algo personal”, que condujo solo y luego con el periodista Andrés Gabrielli por Nihuil donde, haciendo gala de su estilo directo, enfrentaba a personajes de la política con preguntas incómodas sobre distintos quehaceres.
El sábado pasado, luego de una cena con amigos en un departamento de su mismo edificio donde celebraba sus 50 años de carrera, optó por abandonar este mundo y dejó abiertos una serie de interrogantes que, posiblemente, encuentren alguna respuesta en las dos cartas que dejó escritas a modo de despedida: una para el juez y otra para su ex mujer.
“El pájaro se echó a volar”, decía en una de ellas, y es posible que desde arriba nos esté mirando con una sonrisa.
