Por Zulema Usach
Las opciones para estudiar el idioma de manera virtual son variadas y permiten ajustar el cursado de acuerdo con las posibilidades horarias de los estudiantes. Disciplina y constancia son las claves para cumplir con el objetivo. Pautas para medir la confiabilidad.
La posibilidad, cuando menos, parece estar al alcance de la mano, para todos y en cualquier momento. Sólo con hacer “click” al bucear por los diferentes sitios, un abanico de opciones para aprender inglés se despliega en el mismo universo de la web. Y si bien los cursos que forman la oferta actual varían en precios, calidad y certificación, en todos los casos, la accesibilidad horaria y la opción de realizarlos fuera del ámbito académico (desde el punto de vista físico), aparecen como los fuertes para atraer a nuevos y potenciales alumnos online.
En un mundo globalizado, en que la tecnología gana terreno como una herramienta fundamental para el aprendizaje, la virtualidad al momento de aprender una nueva lengua a través de la pantalla de la PC, dejó hace mucho de ser una utopía futurista.
De hecho, hoy, cuando el manejo fluido del idioma que habla gran parte del mundo es un requisito casi excluyente para emprender proyectos con visión de futuro, insertarse laboralmente o simplemente gozar de una nueva aptitud expresiva, muchos adultos se preguntan si están a tiempo para lograrlo.
La respuesta es sí. Inclusive, las propuestas factibles de encontrarse en internet permiten horarios de cursado flexibles, de modo que el internauta se conecta con la plataforma en el momento en que lo crea conveniente.
Las alternativas también se proponen con distintos niveles de enseñanza, comenzando por el inicial y llegando hasta el avanzado. Desde una concepción que busca acercar la enseñanza de lenguas extranjeras a la población, la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), se sumó a las instituciones que agregaron a su oferta académica los cursos virtuales de inglés.
LA PRESENCIALIDAD SIGUE JUGANDO UN PAPEL CLAVE RESPECTO DEL CONTACTO ENTRE EL DOCENTE Y EL ALUMNO Y, A LA VEZ, DE ÉSTE CON SUS PARES.
En este caso, los materiales que se ofrecen a los alumnos fueron producidos desde la propia institución. Patricia Acosta, secretaria de políticas lingüísticas de la Facultad de Filosofía y Letras de esta casa de altos estudios destaca que, desde que el servicio online para estudiar la lengua anglosajona se sumó a la oferta académica hace dos años y medio, la demanda ha ido en aumento; algo que deja en claro que ésta era una necesidad para muchas personas cuyas obligaciones cotidianas no les permiten asistir a un cursado presencial permanente.
La propuesta en este caso, según las posibilidades horarias de cada nuevo alumno, consta de cursos cuatrimestrales y anuales con un piso de costo de unos 720 pesos mensuales a pagar de manera presencial. La modalidad, en la actualidad, incluye a unos 1.200 estudiantes (a partir de los 18 años) que se dividen en tres niveles, en tanto que los docentes tutores forman entre 20 a 25 estudiantes cada uno.
"Creemos que la virtualidad ofrece ventajas para el acceso al conocimiento. Quienes eligen estos cursos son -por lo general- personas que necesitan acomodar las clases de acuerdo a su agenda", explica Acosta y destaca que aún así es primordial que los alumnos asistan de manera presencial cada quince días (por lo general el sábado entre dos y tres horas) para lograr cimentar aspectos relativos a la oralidad.
Es que la presencialidad sigue jugando un papel clave respecto del contacto entre el docente y el alumno y, a la vez, de éste con sus pares. Entre los contenidos se destacan aquellos relacionados con la lecto escritura y comprensión del idioma y se incluye la conexión vía Skipe con el docente tutor.
ES FUNDAMENTAL CONTAR UN PLAN DE ORGANIZACIÓN QUE PERMITA COMPROMETERSE CON EL OBJETIVO A CUMPLIR Y DESARROLLAR LOS CONTENIDOS DE LA SEMANA.
Al navegar por los sitios web, las ofertas varían entre propuestas más o menos confiables. Es que si bien quienes trabajan con estas plataformas aseguran que los cursos suelen tener muy buenos resultados, desde las entidades que defienden los derechos del consumidor han advertido acerca de algunos aspectos a tener en cuenta para no ser víctima de estafas.
La Asociación Protectora es una de ellas. Mario Vadillo, abogado de esta organización civil destaca que es fundamental no utilizar la tarjeta de débito a crédito para abonar por cursos debido a que este puede ser un modo de capturar datos personales que luego son utilizados para otros fines. "Lo mejor es que el pago se realice a través de un servicio de pago exprés una vez por mes y en la medida en que el alumno esté conforme con los resultados", explica Vadillo.
Otro aspecto tiene que ver con el origen de la plataforma. Lo más recomendable en este sentido es que la dirección web de la plataforma termine en “.ar”, dado que en el caso de que se deba denunciar al sitio, el usuario tenga la posibilidad de plantear el problema ante organismos nacionales.
"En el caso de que la persona haya sido víctima de una publicidad engañosa, si la página es argentina puede incluso denunciar ante la justicia penal en el caso de estafa", destaca el letrado y subraya que una buena opción antes de registrarse en la página para comenzar el curso online es asesorarse sobre la certificación que se otorga o por qué organismos está avalado.
LO MÁS RECOMENDABLE ES QUE LA DIRECCIÓN WEB DE LA PLATAFORMA TERMINE EN ".AR" PARA QUE, EN CASO DE INCONVENIENTES, SE PUEDA HACER UN PLANTEO ANTE ORGANISMOS NACIONALES.
Si se trata de cursos gratuitos, por ejemplo, lo más seguro es optar por los que ofrecen las universidades extranjeras, americanas o inglesas. Vadillo explica que otra opción a la hora de cerciorarse sobre la confiabilidad del sitio es revisar los comentarios de los usuarios de la página. En el caso de ser éstos negativos, la luz de alerta debe estar encendida antes de acordar con la plataforma la realización del curso.
Una puerta hacia nuevos rumbos
Una de las claves que Acosta destaca para lograr un mayor éxito al momento de realizar un curso de inglés on line, consiste en poner en práctica la disciplina y la constancia. Para esto, es fundamental contar un plan de organización que permita comprometerse con el objetivo a cumplir y desarrollar los contenidos de la semana.
"Cuando el docente tutor nota que pasan muchos días que la persona no ha ingresado a la plataforma busca la forma de ponerse en contacto para buscar alternativas y evitar así que el estudiante deserte", detalla Acosta y destaca que desde el punto de vista cognitivo, el desarrollo de un nuevo idioma es una pieza clave. Por eso, entre la oferta para fomentar el plurilingüismo, la UNCuyo cuenta -además de los de inglés- con cursos de francés, portugués, italiano, alemán y chino.
Pero, ¿es importante aprender inglés? Al igual que todos los contenidos que guarden tras de sí una posibilidad de aprendizaje y crecimiento, el manejo de un nuevo idioma, además de la lengua madre, permite sumar conocimientos y, de hecho, es una puerta que se abre hacia otras posibilidades.
Por otra parte, el placer por expandir los saberes está íntimamente ligado, nada menos, que a la salud cerebral.
"El aprendizaje de un nuevo idioma ayuda a mantener la jovialidad porque al igual que otras actividades que nos dan placer, está relacionado a los mecanismos de recompensa del cerebro y al bienestar porque esto implica un recorrido por nuevos caminos y nuevos aprendizajes",
puntualiza la magíster María Eugenia Salinas, coach ontológico certificada y agrega que el manejo de otra lengua está relacionado a la posibilidad de ampliar los saberes culturales y propiciar la socialización.
Loana Lombardozzi forma parte del equipo de docentes tutores que enseñan inglés online con el aval de la UNCuyo. Ella explica que a través de esta plataforma (www.ffyl.uncu.edu.ar), se imparten habilidades lingüísticas como la lecto escritura, la gramática, el vocabulario y la escucha activa del idioma, en tanto que la oralidad se enseña de manera presencial. Lombardozzi aporta que si bien la mayor parte de quienes han optado por esta modalidad son adultos que carecen del tiempo para asistir a un cursado presencial establecido, la preferencia también comienza a perfilarse por parte de los alumnos universitarios jóvenes.
En general, aclara, se va logrando una mayor confianza en la educación virtual y por eso ya se ha agregado a la oferta un nuevo nivel, el intermedio. "El enfoque es, sobre todo, comunicativo y pedagógico. Queremos que el alumno cuente con el conocimiento necesario para desenvolverse de manera fluida en un contexto determinado, por eso hacemos mucho hincapié en la oralidad", explica la docente, que cuenta con una maestría en Procesos Educativos Mediados por la Tecnología.
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