Inglaterra dijo adiós de forma anticipada al Mundial de rugby que organiza al perder con Australia por 33-13, este sábado en Twickenham, una catástrofe para el país inventor de este deporte, que se convierte en el primer organizador en ser eliminado en la primera fase.
El wing australiano Bernard Foley, en una actuación prodigiosa, con dos tries, tres conversiones y cuatro penales, para marcar 28 de los 33 puntos de su equipo, fue el verdugo de Inglaterra, en un duelo en que los Wallabies ganaron la batalla de los forwards, con un pack conquistador, al que casi nunca pudieron sorprender los locales.
Tras este resultado, Australia y Gales se clasificaron para cuartos de final dentro del grupo A.
La catástrofe se inició con el sorteo que le colocó en el Grupo de la Muerte, junto a Gales y Australia, cuando solo dos de cada llave pasan a cuartos de final, y continuó con dos derrotas, primero con sus vecinos galeses (28-25) y después con los Wallabies.
Inglaterra se despide a falta de un partido, el 10 de octubre contra Uruguay en Mánchester, que puede convertirse en un funeral.
Los ingleses, incapaces de superar la primera línea australiana, que dominó además la batalla en los scrum, ya llegaron al primer tiempo con un desventaja de catorce puntos (17-3), marcando solo tres con la bota de Owen Farrell, por medio de un penal. Y esa tónica continuó en la segunda mitad.
Le XV de la Rosa, campeón del mundo en 2003, estará ausente por primera vez de unos cuartos de final de un Mundial.