A contramano de lo que muestra la actualidad del mercado laboral, los centros turísticos están a pleno y por ende con más empleados. Aún así, en Mendoza la informalidad persiste y muchas empresas, entre hoteles y gastronomía, deben aportes patronales.
Es lo que se desprende de un operativo conjunto realizado por la Subsecretaría de Trabajo y Uthgra (Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos) Seccional Mendoza a uno de los principales complejos invernales de esquí como es Las Leñas.
De 26 firmas (hoteles, bares, restaurantes y operadores turísticos) y 818 trabajadores relevados surgió un dato: 15% de ellos está en negro. Dentro de 50 actas de infracción labradas, resulta la principal infracción.
De acuerdo al director de Inspecciones de Trabajo, Rodrigo Herrera, las hubo por faltas de seguridad e higiene, por “no acreditarse el uso del sistema de control horario” acorde a resolución del 2006, y “obstruir la labor de la repartición”.
Respecto a la falta de control de carga laboral, el porcentaje irregular es aún mayor: el operativo marcó que la mitad de las firmas fiscalizadas no tienen planilla ni reloj par marcar entrada y/o salida.
“Hay un núcleo duro que cree que evadiéndo la ley evitan costo de despidos y licencias, y se controla con más inspecciones. Si bien es cierto que bajará en la medida que crezcan oportunidades de trabajo, la situación económica no es causa excluyente”, analizó el subsecretario, Alejandro Jofré.
Aunque las empresas tienen 15 días para presentar documentación en su descargo, se enfrentan a un sumario administrativo y en definitiva multas. La cuenta es multiplicar el número de trabajadores afectados por el salario promedio, que va de $12.179 a $19.133 de acuerdo a la escala de 7 categorías de convenio para personal gastronómico y de hoteles.
Jofré anticipó que la avanzada fiscalizadora en los centros turísticos seguirá. “Se trata de medidas disuasivas según una agenda estacional. Con bares, restaurantes y hoteles lo hacemos todo el año”.
El ránking de irregularidades muestra que las condiciones irregulares de contratación, seguida por atrasos en transferencia de retenciones son las más detectadas.
Según Dante D'Ambola, responsable de Recaudación de Uthgra, “la mora en el depósito de retenciones, las jornadas laborales y el pago a la obra social son las más frecuentes, en una temporada en donde hay mucha más gente trabajando que la anterior”.
En tal sentido, entre las prácticas en la mira de los inspectores están las liquidaciones inferiores a la carga laboral. “Al parecer, los contadores se “olvidan” que los empleados trabajan muchas más horas y liquidan sólo por media jornada, y eso impacta en la cobertura social”, ironiza por su parte Carolina Montivero, del área de Asuntos Gremiales.
Desde Uthgra reafirman que los atrasos en la liquidación de retenciones (el mentado Formulario 931 de Afip, que implica entre 2 y 2,5% del salario) y aportes por ley a obras sociales (11%) es lo más común, con matices. Al respecto, D'Ambola, que también participó de 19 inspecciones en Uspallata, sobre todo locales de comidas, precisó que “así como en el caso de la retención de contribuciones es más notable la cantidad de empleados afectados, la mora resulta mayor en fondos para la obra social”. Aunque supo llegar a 6 años, actualmente la mora promedio en hotelería y gastronomía promedia 2 años. El objetivo es llegar a 6 meses como lo “normal”.
Con hoteles 5 estrellas y hostels como polos opuestos de cumplimiento, el resto del universo es dispar conforme crece la dispersión. “El del hostel es el rubro más irregular”, asevera Jofré, “porque contratan a estudiantes de intercambio alojados que así se costean la estadía en la provincia”. En Mendoza, Uthgra maneja un amplio universo de convenios que exceden a la hotelería, restaurantes tradicionales y bares, e incluye también a sandwicherías, hoteles alojamiento y comedores. Estos últimos “entre los que funcionan en las universidades y hospitales, los que funcionan de manera más informal”, puntualizó D'Ambola.