Las nevadas en la cordillera determinan casi exclusivamente la disponibilidad de agua en Mendoza, pero desde hace tiempo no son las esperadas. De hecho, en los últimos 9 años rondaron en torno al 50% de la media, lo que lo convierte en el ciclo más bajo de los últimos 67 años, cuando se comenzó con las mediciones.
Esta es la conclusión a la que llega con la información del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla) a la que accedió Los Andes, con datos provenientes de las 8 estaciones de nieve y las 10 de caudales de ríos que contienen los registros más completos y extensos de la región (Mendoza, San Juan y Chile).
Este periodo más seco empezó en 2009, aunque se agudizó a partir de 2010 cuando nevó un 43,4% de lo esperado, situación que empeoró en 2014 cuando se registró apenas un 39,1%. El panorama parecía comenzar a revertirse en 2015 de la mano del fenómeno El Niño cuando nevó 81,6%, pero aun así no se logró. Si se toma el promedio de los últimos cinco años -de 2013 a 2017- las nevadas fueron 58, 1% de lo esperado, lo que marca el quinquenio más bajo desde que hay registros, sólo superado por el periodo que va del 2010 al 2014 cuando se llegó sólo al 51,8%.
Para Ricardo Villalba, del Ianigla, es fundamental destacar que la curva de precipitaciones níveas presenta una enorme variabilidad, con valores muy bajos como los de 1968, momento en que nevó sólo un 5,3% de lo esperado, y muy altos como en 1982 con 236%. Asimismo, recordó que los últimos años coinciden con el período de “emergencia hídrica” en la provincia: “Si bien ninguno de los años desde el 2010 en adelante llega al valor del '68, nunca tuvimos 8 años continuos con valores cercanos al 50%”, recalcó el científico mendocino.
Con respecto a las nevadas esperadas para este año, el investigador reconoció que los pronósticos no indican que la situación tienda a mejorar. Observando los datos de nieve acumulada del Departamento General de Irrigación con las nevadas hasta el 12 de junio, se han acumulado menos milímetros (medido en agua equivalente) de lo esperado. En la estación Toscas (Mendoza) se contabilizaron 27 mm de precipitación, cuando lo normal para el momento debería ser 74 mm, es decir que llega solamente al 36%. Mientras que en la estación Palomares (Tunuyán) este porcentaje ronda el 76% y en Laguna del Diamante (San Carlos), 15%.
En cuanto a las nevadas en el llano, en los últimos 12 años (2006 a 2017) de mayo a septiembre se registraron 36 eventos. El mes con más nevadas fue julio con 13 y en segundo lugar agosto con 12. El año que más nevó en el llano fue 2008 con 10 eventos, mientras que entre 2014 y 2016 no se registraron eventos de estas características en el llano del Gran Mendoza.
Lluvias en invierno
En cuanto a las lluvias, que en la provincia promedian los 200 milímetros anuales, durante los meses de invierno no superan los 8 milímetros. Analizando los datos de la estación Cricyt de 1983 hasta 2017, junio arroja un promedio de 7,1 mm, julio de 9,4 y agosto de 10,2.
Mientras que si se hace un promedio de los últimos 8 años, para hacer una suerte de paralelismo con las nevadas, la tabla arroja valores inferiores a los históricos. En junio llovió en ese periodo -de 2010 a 2017- en promedio 3,1 mm, en julio 6,5 y en agosto 9,3. De esos mismos 8 años, 2017 fue en el que más llovió: en promedio 12,7; y con un mes de julio que estuvo en el pico de los más lluviosos con 20 mm.
Analizando los picos históricos, junio tuvo su máximo en el 2000 con 37,2 mm, julio en el '87 con 29,2 mm y agosto en el 2002 con 41 mm. Además, los tres meses presentaron años en los que no precipitó.
Bajas temperaturas
Para analizar las variaciones del termómetro, se tomaron las temperaturas medias del invierno registradas por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en su estación del aeropuerto desde 1960 hasta 2013. El promedio de esos años arroja 9,8°, mientras que el punto más frío se registró en 2007 con 7,58° y el más cálido en 2006 con 11,23°.
En cuanto a los días fríos que se registraron recientemente (hasta el 15 de junio), el que se destacó por la temperatura más baja fue el jueves 14 de junio con una mínima de -2,1°. Con respecto a la máxima de este mes, se registró el domingo 10 con 21°, pero si se toma todo el otoño -desde el 21 de marzo- la máxima registrada fue el 4 de abril con 32,5°.
Por último, hay que decir que las zonas más fríos de Mendoza de acuerdo a los datos de Contingencias Climáticas desde 2007 a 2017 se encuentran en San Rafael y en Luján de Cuyo. De las estaciones que allí se toman, registraron las mínimas absolutas más bajas en julio- el mes más frío- La Llave (en el departamento sureño) con -8,99° y Perdriel con -8,08°.
Agradecimientos: Mariano Masiokas, Ricardo Villalba y Juan Rivera (Ianigla)
