La actividad de la Legislatura parece ser una caja negra para gran parte de los ciudadanos. La verdad es que allí se tejen las leyes que rigen la vida de todos los mendocinos y de hecho este año ambas cámaras han trabajado intensamente sobre los Códigos procesales que necesitaban actualizarse y unificarse para estar acorde a la nueva legislación nacional.
La labor del legislador siempre queda en las sombras y suele alcanzar notoriedad cuando hay conflictos, pero nadie cae en la cuenta cuando se trabaja con diálogo y consenso, como fue el caso reciente del Código Procesal de Familia y Violencia Familiar.
"Para que salga una ley hay que estudiarla, analizarla, escuchar las modificaciones. Es difícil entender los tiempos de la Legisaltura", dijo el jefe del bloque de la UCR César Biffi. "No es como la tarea ejecutiva", agregó.
Entonces, es inevitable caer en las generalidades: "no hacen nada", "van a levantar la mano", "no los conoce nadie". Para saber cuánto trabajan realmente nuestros legisladores, Los Andes relevó los libros de comisiones y diarios de sesiones (durante el periodo ordinario que va de mayo a octubre), lo que arrojó que solo 5 legisladores de los 86 que hay tienen asistencia perfecta; es decir, no faltaron nunca a las sesiones en el recinto ni a las reuniones de comisión. Se trata de los diputados Jorge Albarracín (UCR), Mabel Guerra (UCR), Omar Parisi (Unidad Ciudadana), Lidia Ruiz (PJ) y Jorge Sosa (PJ).
Ausencias con y sin aviso
En general, la asistencia a las sesiones este año ha sido buena. En la Cámara Alta hubo 23 sesiones y la mayoría de los senadores faltó una sola vez, por lo que el porcentaje de inasistencia es de 3,6%. En tanto, en Diputados es aún más bajo: 2%.
Pero estas cifras cambian si sumamos las asistencias a las comisiones. En el Senado hay 16 pero una no se reunió este año (Peticiones, Poderes y Reglamentos) y en Diputados hay 11, pero trabajan 10 ya que Relaciones Internacionales, Mercosur e Integración Regional está conformada pero sin agenda.
Cuando se tienen en cuenta todas las inasistencias aparecen casos llamativos, como el de Mario Díaz (del monobloque Eva Perón) que tiene 37 faltas. El caso de este diputado es particular: figura en dos comisiones (Presupuesto y Hacienda, y Turismo y Deportes) y su firma no aparece nunca en el libro de la primera y solo en la mitad de la segunda. "Desde que pasé a tener mi bloque empecé a no figurar en los libros de asistencia pero voy igual. Fui miembro informante en temas importante como el de Presupuesto y el del Misoprostol. Estudio todos los temas y los llevo al recinto. Me ayudan mis asesores porque es muy complicado ser un monobloque", explicó Díaz.
“Trato de hacer una revisión de los temas, de participar en la labor parlamentaria y elaboro mis propios temas. Ahora voy a presentar un proyecto por el tema del plagio del cartel de Vendimia”, agregó.
El diputado que le sigue en faltas es Guillermo Pereyra. El ex titular del CEC suma 17 inasistencias: 11 a la comisión de Turismo y 6 al recinto. Cabe destacar que es el único legislador que se toma licencia sin goce de sueldo. "Los miércoles y jueves tengo actividad en la Federación Mercantil, yo soy el secretario de encuadramiento sindical. Pido licencia como indica el reglamento y es una realidad que todos los que me votaron conocen", explicó el diputado del Frente Renovador.
Un caso similar al de Díaz es el de Carlos Bianchinelli (12 faltas a comisiones y 2 al recinto), que conforma el monobloque Juan Domingo Perón.
El diputado del Pro Álvaro Martínez suma 11 inasistencias pero justificadas por una una intervención quirúrgica a la que tuvo que someterse. Y Mario Vadillo, de Protectora, también suma varias faltas (14) ya que en setiembre se fue un par de semanas de vacaciones cuando se trataba el polémico Código Faltas.
Otros dos casos son los de la radical María José Sanz (10 faltas) y la peronista Patricia Galván (13). Ambas son de San Rafael y en general sus ausencias se vinculan a viajes a su zona de procedencia por temas prioritarios. Si se hace la relación inasistencias vs. cantidad de reuniones, en realidad es baja. Ya que Sanz ha faltado a 9 reuniones de 49 y una sola vez al recinto. En tanto, Galván no ha participado de 11 reuniones de comisión de 27 y ha faltado solo dos veces al recinto.
En el Senado la realidad es otra. En la Cámara Alta hay 38 legisladores, 10 personas menos que en Diputados repartidas en más comisiones. Por lo tanto, cada senador integra entre 4 y 7 comisiones. Además, en esta cámara existe la posibilidad de reemplazar a un compañero de bloque lo que desdibuja los números finales.
Por ejemplo, Luis Böhm (PJ) tiene 43 faltas, Fernanda Lacoste (PJ) 38 y Ana Sevilla (PJ) 31. El primero y la tercera integran 6 comisiones y la segunda, 8.
“Muchas veces he tenido que reemplazar a un compañero de otra comisión y falto a la que yo integro. En otras oportunidades tengo que recibir consultas en el despacho. De todas formas cuando yo no puedo asistir van mis asesores”, explicó Lacoste. “Yo soy presidenta de Educación y a esa no he faltado ni una sola vez. De lunes a viernes estoy en la Cámara, estudio los expedientes, hablo en el recinto”, detalló.
También hay varios senadores con más de 20 faltas a las comisiones, como Héctor Bonarrico (MasFe), Silvina Camiolo (PJ), Víctor Da Vila (FIT), Patricia Fadel (PJ) y Lucas Quesada (UCR).
“Integro 5 comisiones y 2 bicamerales. Uno de los problemas es que a principio de año organizamos unos horarios que después se modificaron. Por ejemplo, yo el miércoles tengo Género y Equidad a las 8.30, Obras y Servicios Públicos a las 9, y Derechos y Garantías al mediodía”, dijo Víctor Da vila.
“Yo soy un monobloque entonces con mi equipo nos repartimos y yo voy a los temas prioritarios y ellos al resto. Muchas veces cuando se habla de presentismo y productividad por cantidades se distorsionan los número y no tienen relación con la calidad”, agregó.
Las autoridades, excentas
En general, los presidentes de las Cámaras y los jefes de bloques no integran ninguna comisión, aunque en el reglamento no figura expresamente que están eximidos de dicha tarea. "Desde 1983 se trabaja así. Los presidentes y los jefes participamos de todas las comisiones, hacemos aportes pero no firmamos", explicó Juan Carlos Jaliff.
Los que gozan de este beneficio son, además de Jaliff en el Senado, Nestor Parés en Diputados.
La semana de trabajo de un legislador
En la Legislatura la actividad fuerte empieza cerca de las 8.30. De lunes a miércoles tienen lugar 26 reuniones de comisión. Los martes son las sesiones del Senado y los miércoles, las de Diputados. Los jueves y los viernes están asignados a las bicamerales, y los reconocimientos y distinciones. También los últimos días de la semana se organizan las visitas de las escuelas.
Además, durante los cinco días los legisladores reciben en sus despachos visitas de ministros y funcionarios del Poder Ejecutivo, representantes de distintas cámaras (comercio, turismo, empresarias, etc), organizaciones sociales y ciudadanos con inquietudes.
Los martes y miércoles, a las sesiones hay que sumarle las reuniones de bloque y las de labor parlamentaria (donde se deciden los temas que se tratarán en el recinto).
Los senadores y diputados también viajan a distintas partes de la provincia, sobre todo los que son de departamentos alejados del Gran Mendoza.
En las comisiones se tratan los proyectos, se recibe a invitados expertos para que hagan sus aportes y además, se debate para unificar ideas y mejorar las iniciativas. Después la comisión saca un dictamen y se eleva al recinto.
Mejor rendimiento
En general, los empleados y legisladores consultados destacaron el trabajo que se hace en las comisiones y el recinto. Además, pusieron en valor que ha mejorado la asistencia.
Desde el Senado remarcan tres factores que influyen en esto: el equilibro que hay entre las fuerzas políticas, el expediente electrónico y la gran cantidad de bloques que integran las cámaras.
"Todos los votos son necesarios en el recinto para que salga una ley y el mismo panorama se repite en las comisiones. El expediente electrónico obliga a ser transparentes y aporta más calidad y participación. Los monobloques están representados proporcionalmente pero se les hace muy difícil participar de todas las actividades", explicó la secretaria legislativa, Andrea Lara.
En el mismo sentido, el director de comisiones del Senado, Facundo Correa, dijo: "Cuando llegamos nos propusimos darle transparencia al proceso legislativo y el expediente electrónico ha sido una herramienta que elevó la participación y la calidad"
En tanto, desde Diputados, el jefe de comisiones, Gabino Sanchez, explicó: "La tarea de los secretarios y de los presidentes es imprescindible para que las comisiones funcionen con normalidad".