La situación en las cárceles y complejos penitenciarios mendocinos siempre ha sido tema de debate, más si se tiene en cuenta el marcado crecimiento durante los últimos años. A ello se le agrega ahora la puesta en marcha de la construcción del complejo Almafuerte II, que tendrá una capacidad para poco más de 1.000 internos.
La población total que vive tras las rejas en Mendoza asciende a 4.606 personas, según las cifras de la dirección de Informática del Servicio Penitenciario de Mendoza (actualizadas al 1 de diciembre del 2017). Y si se agregan además las 547 personas que están cumpliendo penas con la modalidad de prisión domiciliaria, el total llega a 5.153 presos.
Si tenemos en cuenta que en 2002 había 2.479 internos en la provincia, la cantidad de presos durante los últimos 15 años se incrementó 86%, algo notable si tenemos en cuenta que en el mismo período la población totoal de la provincia aumentó 17%.
Lo curioso es que este crecimiento se aceleró en los dos últimos años (no casualmente en la actual gestión gubernamental): hoy hay 20% más presos que hace 2 años, una suba que es el doble del promedio de crecimiento anual desde 2002, que es de 5%).
Pero el incremento podría volverse aún más significativo. Es que según indicó el juez de Ejecución Penal (y ex director del Servicio Penitenciario) Sebastián Sarmiento, en los primeros meses de 2018 la cantidad de presos en los complejos llega a 4.729 (sería 91% más que en 2002).
De acuerdo a las estadísticas del Servicio Penitenciario, la mayoría de los internos en la provincia se encuentran alojados en Almafuerte, Boulogne Sur Mer y San Felipe -en este último contando también la Unidad de Jóvenes Adultos-. Entre los tres complejos suman el 85% de la población penitenciaria de Mendoza.
De los detenidos, 4.086 son presos provinciales (89%) y 520 federales (11%). En tanto, 4.444 de los alojados en cárceles, unidades y complejos son hombres y solo 162 son mujeres.
En la modalidad domiciliaria también hay mayoría de hombres: 357, frente a 190 mujeres.
Fuego cruzado
En Mendoza había a fines de 2017 una tasa de 239 presos cada 100.000 habitantes. Un índice que es mayor al de 2016, cuando según los datos del Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena (SNEEP) Mendoza era la tercera provincia con mayor nivel de prisionalización del país, con 230 presos cada 100.000 ciudadanos. Estaba debajo de Salta (249 cada 100.000) y Buenos Aires (232 cada 100.000).
“Para nosotros es un éxito que haya aumentado la cantidad de internos. Es un éxito de la política punitiva, y también hemos aumentado la tasa de eficiencia judicial y policial, estamos satisfechos”, destacó el ministro de Seguridad, Gianni Venier.
El funcionario resaltó además que no existe un envío arbitrario de gente a la cárcel, “como los sectores garantistas quieren hacerlo ver”. Y rechazó la palabra “prisionalización”. “Hoy hay una Justicia más eficiente, apoyada por la ley de prisión preventiva, por el hecho de que una persona que va armada por la calle va detenida y por la instrucción de la policía”, indicó Venier.
A modo de ejemplo, aseguró que bajaron 45% los casos de robo agravado (con arma de fuego) y 38,5% los homicidios.
Del otro lado, el juez Sarmiento se mostró preocupado por la situación, aportó sus datos propios y resaltó que actualmente nuestra provincia lidera el “índice de prisionalización”. “(En 2018) Tenemos 268 presos cada 100.000 habitantes, más de 100 personas por encima de la media nacional -160 cada 100.000-. Buenos Aires debe estar cerca de los 200 cada 100.000 hoy, mientras que en Santa Fe llega a 191 presos cada 100.000 ciudadanos”, resumió Sarmiento según sus cifras.
En lo que se refiere a Cuyo, el ex director del Servicio Penitenciario durante el gobierno de Francisco Pérez destacó que San Juan tiene 162 presos cada 100.000 habitantes y San Luis 100.
“Existe hoy un serio problema de superpoblación, ya que hay casi 1.000 presos que duermen en el piso. Teniendo en cuenta que la capacidad de Almafuerte II es para 1.000 internos, con los números de hoy inauguraría llena”, indicó Sarmiento, para quien -a este paso- la proyección para 2020 es que haya casi 8.000 presos en Mendoza.
“El debate tiene que venir por el lado de si cualquier persona tiene que ir a parar a la cárcel. Hay que buscar medidas alternativas, como tobilleras (también conocida como cárcel electrónica). Se puede controlar permanentemente a esta gente, y es más barato”, resumió. Y acotó que el promedio de condena en Mendoza es de 3 años y un mes.
Consultado sobre la problemática de superpoblación, Venier optó por criticar a los gobiernos anteriores. “La construcción de Almafuerte II y todo lo que se está haciendo es parte de un proceso, más teniendo en cuenta que en los 8 años anteriores a que asumamos no se había construido ni un metro cuadrado. Venimos a resolver los problemas de aquellos que hoy son críticos y que no hicieron nada mientras estuvieron”, cerró el ministro, e insistió en que el incremento en la cifra de presos desde 2015 es “un éxito”.
Pocos extranjeros
Del total de la población del Servicio Penitenciario, apenas 115 son extranjeros. En esta población, son mayoría los ciudadanos bolivianos (48 personas) y le siguen los nacidos en Chile (41). Resulta llamativa la estadía de un detenido alemán, uno canadiense, un español, un italiano y un uruguayo.