Por mucho que uno disfrute la temporada estival, en Mendoza los días de verano se tornan difíciles de sobrellevar. El sol pega fuerte, la sequedad del ambiente cobra protagonismo y la siesta se vuelve un momento crítico. Lo único que alivia son las tormentas que, pasajeras, descargan su agua y se alejan rápidamente. Pero no todos los mendocinos “sufren” del calor de la misma manera, ya que dependiendo del punto de la provincia donde se encuentren las temperaturas pueden variar ampliamente. De hecho, tomando los promedios de las temperaturas máximas absolutas registradas en la última década en 13 estaciones meteorológicas de la Dirección de Contingencias Climáticas, esta variación llega hasta los 7 grados.
Los puntos más calientes, según estos datos, se encuentran en Gustavo André (Lavalle), La Llave (San Rafael) y Tres Porteñas (San Martín). En el primer paraje tomando las máximas de enero -por ser el mes más caluroso-, el promedio se ubica en 41,8 grados; mientras que en La Llave este valor arroja 40,4 grados. En tercer lugar, muy cerca, aparece Tres Porteñas con 40,3 grados. Tanto en Gustavo André como en Tres Porteñas a principios de este año el termómetro llegó a rozar los 43 grados (42,8 en el primer caso y 42,9 en el segundo), mientras que en La Llave en 2014 la máxima trepó hasta los 44,4 grados.
“Lavalle en general y algunas zonas de San Martín presentan temperaturas muy altas, serían los puntos más calurosos de la provincia”, afirmó Carlos Bustos, meteorólogo de Contingencias Climáticas. El experto señaló que esta situación se debe principalmente a la circulación de masas de aire. “En principio la zona norte de la provincia estaría afectada por una circulación de viento norte que hace que las máximas se eleven más con respecto a otros oasis”, detalló Bustos. Y aclaró que estas situaciones no se dan, por ejemplo, en el Valle de Uco. “Las zonas más próximas a la precordillera tienen temperaturas más bajas”, indicó.
Por otra parte, el meteorólogo hizo hincapié en la influencia del régimen de lluvias y tormentas. “Sabemos que la zona sur de la provincia tiene un régimen de tormenta bastante más alto que el Valle de Uco y la Zona Norte. Esto genera mayor cantidad de días con cielo cubierto y, por lo menos en el verano, minimiza el efecto térmico que no se da en los lugares más calurosos”, expuso.
Siguiendo con la lista de los lugares más “calientes” de la provincia, en cuarto lugar se ubica Jocolí, también en Lavalle, con un promedio de 39,6 grados y en quinto El Plumerillo, en Las Heras con 39,2 grados de promedio. Esta es la estación donde el Servicio Meteorológico Nacional mide la temperatura del Gran Mendoza, por lo que la ciudad es también uno de los puntos más calurosos de la provincia.
La máxima diferencia entre el punto de mayor calor y el menor -tomando el promedio de las máximas absolutas de la última década para enero- se registra en Perdriel, Luján. Allí, el promedio de ese mes de los últimos 10 años da 34,5 grados, casi 7 grados menos que en Gustavo André, por lo que lo que se vuelve un punto ideal para pasar el verano más tórrido.
Puntos fríos
Los sectores más fríos de Mendoza se encuentran principalmente en zonas de San Carlos, San Rafael y General Alvear, tal como destacó el meteorólogo de Contingencias Climáticas Carlos Bustos. De las estaciones analizadas, las que registraron las mínimas absolutas más bajas en julio- el mes más frío- fueron La Llave en San Rafael con -8,99 grados y Perdriel con -8,08 grados. El primer paraje se destaca por la amplitud térmica, ya que también está en el podio de los puntos más calurosos.
Futura homologación
Desde Contingencias Climáticas explicaron que cuentan con 30 estaciones meteorológicas distribuidas en toda la provincia, pero reconocieron que todavía no están homologadas, por lo que no cumplen los requisitos de la Organización Meteorológica Mundial. “Tenemos un convenio con el Servicio Meteorológico Nacional para llevar adelante la homologación, cuando esto se concrete las estaciones van a poder formar parte de su red y de la red mundial de meteorología”, explicó Carlos Bustos. De todas formas, aclaró que a las estaciones se le realizan chequeos permanentes mediante instrumentos patrones para brindar información confiable.
Datos absolutos
La Dirección de Contingencias climáticas cuenta con datos de temperaturas absolutos y mensuales. Los primeros, que se tomaron para este informe, son los registros máximos y mínimos de cada mes. Con ellos se realizó un promedio sumando los valores desde 2007 hasta noviembre de 2017. Los segundos, datos mensuales, se refieren a los promedios de registros máximos y mínimos en ese mismo periodo.
El caso Bowen
Si bien Bowen se sacó de la comparación por no contar con datos completos de la última década, llama la atención al encontrarse entre los más calurosos. Con las máximas registradas en enero entre 2010 y 2017, arroja un promedio de 41,4 grados, muy por encima de otros puntos.
