El aumento del consumo marihuana, una sustancia psicoactiva ilegal, es notorio en los últimos 7 años. Entre 2010 y 2017 se incrementó 151% la proporción de individuos de entre 12 y 65 años que dijeron haber consumido esta droga el año previo en el país.
Lo puso de manifiesto una encuesta de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina(Sedronar). En 2010 (el anterior relevamiento), 3,2% de los consultados dijeron haber consumido esta droga el año anterior. En 2017 esa proporción se extendió al 7,8%, un aumento de 4,6% que implica una tasa de incremento de 151%.
Pese a que la tendencia es similar en el país y la provincia, Mendoza mostró un escenario mejor. La proporción de quienes habían consumido el último año fue casi la mitad que en el país: 4,2%. La mayoría son varones: consumieron 7,2% de los consultados mientras que de ellas sólo 1,4%.
Cabe destacar que en prevalencia de vida (quienes al menos una vez fumaron marihuana) son el 14% de los encuestados en la provincia.
A nivel nacional, "el número de nuevos usuarios de marihuana es 2,5 veces más que el registrado en el año 2010", advierte la Sedronar. "En el caso de las mujeres dicho porcentaje cuadruplica el de la medición anterior, pasando de 0,3% a 1,4%", agrega.
Aceptación social
La primera lectura que surge de los datos es que la marihuana ha ganado en aceptación social: más personas la probaron o la adoptaron porque ya no está tan mal vista en muchos sectores. Especialistas consultados coinciden en el cambio de imagen de la sustancia, en lo cual creen que ha tenido mucho que ver el debate sobre el cannabis medicinal. En este marco, la ciencia le ha atribuido propiedades benéficas, sin embargo aclaran que no es el mismo poducto el que se usa en uno y otro caso.
Laura Alcaraz, directora de la Fundación Aabra, que trabaja con consumos problemáticos, consideró que la gente que la usa encuentra beneficios en la marihuana y que se genera un problema cuando se vuelve dependiente. “La usan muchos para desconectarse de las exigencias laborales y cotidianas, se usa como ansiolítico sin las consecuencias negativas de éstos, como la pesadez. Cuando es ocasional o para aliviar determinados síntomas, no genera dificultades sino el alivio de ese síntoma o el placer vinculado al consumo”, señaló.
Para el director de Toxicología de la provincia, Sergio Saracco, el aumento en el consumo se produce por disminución de la percepción del riesgo. “Se usa casi como una automedicación ya que actúa sobre la secreción de serotonina y dopamina y por eso mejora el estado anímico y hace sentir bien”, explicó.
Alcohol y tabaco
Las sustancias que en la provincia presentaron mayores tasas de consumo durante los últimos 12 meses fueron el alcohol (62,2%) y el tabaco (38,3%). El consumo de alcohol en Mendoza fue inferior al nacional (68%) mientras que el de tabaco fue superior (31,3%).
A nivel nacional, ambos muestran una tendencia ascendente. El tabaco creció 2%, mientras que el consumo de alcohol el último año pasó de 56,3% en 2010 a 68% en 2017, es decir 12 puntos más.
Respecto de las sustancias ilícitas, las mayores tasas de prevalencia son de marihuana (4,2%) y cocaína (0,9%). En quinto lugar aparecen los tranquilizantes (0,7%).
En la provincia los varones que alguna vez probaron marihuana duplican a las mujeres: 19,1% versus 9,3%.
En el informe para la provincia se advierte que “el 4,5% de la población bajo estudio indicó haber consumido alguna droga ilícita durante el último año, muy por debajo de la prevalencia nacional (8,3%)”.
Consumidores habituales
La prevalencia de mes permite identificar la asiduidad del consumo, lo que lleva a inferir la posibilidad de caer en una adicción. Por otra parte permite suponer que una práctica común es el consumo habitual.
En Mendoza, 3,4% dijo haber consumido marihuana en los últimos 30 días, 54,5% alcohol y 35,3% tabaco. En el caso de la primera la proporción de varones cuadruplica a las mujeres (5,2% versus 1,3%).
La asiduidad también tuvo un salto hacia arriba entre 2010 y 2017: pasó de 2,4% de los consultados que habían consumido el último mes a 5,4%.
Los más jóvenes
Otro aspecto que se destaca es que en este período bajó la edad promedio de inicio del consumo. En Mendoza, la de marihuana es 17,7 años, por encima del alcohol en el que se inician en promedio con 17,1 años, sustancia que presenta la edad de inicio más temprana entre las 5 más consumidas. Cabe destacar que el panorama en la provincia es similar a la media nacional.
Es justamente la franja etaria de los jóvenes la de mayor proporción de consumo de marihuana el último año, en particular quienes tienen entre 18 y 34 años: lo hizo el 9%. Es este grupo el que manifestó el mayor aumento entre 2010 y 2017.
Los adolescentes de 12 a 17 años también se incorporaron más al consumo: pasaron 2,2% en 2010 a 4,9% en 2017.
"Nos tiene que preocupar el consumo que hacen los menores de 18 años porque aun no se completa el neurodesarrollo, lo que ocurre en torno a los 25 años”, alertó Saracco. “Esto tiene impacto directo en capacidad de memoria y solución de casos, y es lo que estamos viendo en los resultados de las pruebas Aprender”, subrayó.
El funcionario dijo que, en cambio, la marihuana en el adulto no tiene riesgo crónico sino agudo: “Actúa en las áreas motoras del sistema nervioso central, entonces según la OMS aumenta 3 veces el riesgo de accidente y esa respuesta motora resulta afectada hasta 24 horas después; también altera los tiempos de respuesta, las actividades complejas, la memoria a corto plazo y disminuye la visión periférica”.