Algunas de las mentiras
Cuando la historia juzgue al gobierno K, con seguridad castigará severamente a la década "ganada" por los gravísimos daños que produjo al país y que, a la fecha, casi todos los argentinos conocemos, especialmente los funcionarios kirchneristas que se beneficiaron ilícitamente con nuestros dineros.
Pero hoy quisiera referirme a dos aspectos clave de este insólito "modelo" en ruina y de cuyos gajos CK sigue intentando sobrevivir política y económicamente: las mentiras y la extraordinaria capacidad para engañar al pueblo que le cree, imputando todos los males de su desgobierno a "los otros" y jamás a "ella". Tomaré algo muy concreto como muestra de los diez años perdidos. El Presupuesto de 2013, sin detalles, en sus aspectos más relevantes.
Prevé recursos por $ 629.216 millones y gastos por $ 628.629 millones, con un superávit modesto de $ 587 millones. La inflación prevista fue de 10,8% y un dólar a
$ 5,10. La inflación real fue del 23%, el dólar terminó a $ 8, no hubo superávit y el déficit fiscal alcanzó la cifra de $ 34.217 millones.
Se saquearon las cajas de la Anses, BCRA, Banco Nación y Tesoro Nacional. Se dilapidaron U$S 22.000 millones de nuestras reservas. La falta de dólares pese al cepo, más el gasto público desenfrenado, obligó a monetizar el déficit con emisión y se duplicó la pauta mentirosa del 10,8% de inflación. Estas mentiras reales y comprobables, como todo, jamás fueron aceptadas y siempre negadas con soberbia exasperante.
Pero sí se habló del crecimiento con inclusión social, falso; del progreso, falso; de la década ganada, falso; de la libertad de prensa, falso; de la democratización de la Justicia, falso, y de tantas y tantas mentiras que terminaron por hastiarnos e indignarnos porque nos consideran "tontos útiles". Todo fue coronado, sigue siéndolo, por una cadena nacional y un atril en el que, sin vergüenza, se construyó un relato mentiroso para la tribuna.
El valor del dólar
Para determinar el valor del dólar las políticas monetaria y cambiaria ortodoxas establecen una operación muy simple. Se divide el circulante o base monetaria, hoy en $ 366.000 millones, por las reservas del BCRA, actualmente U$S 28.000 millones. El resultado es que el dólar debería cotizarse a $ 13,07, cerca del blue y no a $ 5 del dólar oficial, para que el BCRA pudiera canjear por dólares todos los pesos que la población le demandara.
Para un dólar de $ 8 se requerirían $ 140.769 millones de circulante y no el que existe. Esto significa que el Gobierno ha emitido $ 225.230 millones más ¡Ésta es la causa principal de la inflación argentina, del gasto público desorbitado y del déficit fiscal!
Los "precios cuidados"
Ningún habitante ni empresa, local o internacional, posee fondos por $ 629.216 millones como el Estado, referido al Presupuesto nacional 2013. Tampoco nadie en el país posee bienes y servicios por U$S 500.000 millones, que es el PBI del país. No lo es tampoco en EEUU. Bill Gates por ejemplo, uno de los hombres más ricos del mundo, posee un patrimonio de U$S 50.000 millones y el país, un PBI de U$S 17 billones.
Entonces que el gobierno y en especial Cristina, no nos sigan mintiendo. Los empresarios, súper o hipermercados o cualquier otra empresa, no pueden ni podrían jamás producir inflación y, si son muy pícaros, sólo podrían subir indebidamente "sus" precios pero no "todos" los precios de la economía. El único que puede inflacionar o sea elevar "todos" los precios es el Estado a través del gobierno, con gasto público, déficits y emisiones desenfrenadas. El Estado es el operador económico más importante de cualquier país, no superable por nadie. El responsable es el modelo K de Néstor y Cristina, como lo fueron en su momento Perón, Isabelita, Alfonsín, De la Rúa, y ahora, Kirchner y Cristina Fernández.
Para evadir esta tremenda responsabilidad, se ha creado otra fábula, la de los "precios cuidados", que en otros tiempos se llamaron "precios máximos", todos fracasados sin poder contener nunca la inflación. Cristina agrega un plus: todos los "culpables" de la inflación -nunca ella-, son además destituyentes y desestabilizadores.
He explicado por qué no lo pueden ser y voy a destacar otra mentira ¡una más! de la prepotencia autoritaria. ¿Alguien puede creer, en condiciones mentales mínimas, que 194 productos con precios cuidados pueden detener una inflación de cientos de miles que produce la economía local por
U$S 500.000 millones? Es imposible creerlo pero más aún, que desde la máxima autoridad del país se intente mentir descaradamente como se lo hace.
El descrédito total
A través de mi ya extensa vida, he tenido la oportunidad de viajar numerosas veces a EEUU y a Europa y allí sentir, en "carne propia", sobre las heridas abiertas, el peso del subdesarrollo y el estancamiento. Hace más de cien años éramos el séptimo país en el mundo. Hoy en todos los rubros estamos en los lugares 100 a 160, depende en qué rubro se nos mida. Por lo único que se nos elogia es por Gardel, Maradona ¡qué ejemplo!, Messi, Favaloro, el Papa Francisco y un puñado de argentinos que, con sus estudios y esfuerzos, triunfan en el mundo.
Y en particular hoy, The Economist de Londres, The Washington Post y The New York Times de EEUU, el FMI, el presidente Mujica de Uruguay, Vargas Llosa y relevantes escritores chilenos, lamentan el estado deplorable en el que se encuentra el país, aquél que fuera tan importante para el mundo. ¡Hemos retrocedido cien años!
Los K hablan sin pausa de lo maravilloso que está el país. ¿En dónde? ¿En la inflación destructiva, en la falta de petróleo y gas, en la carencia de infraestructura logística, en la desinstitucionalidad, en el cepo cambiario y en la falta de ingreso de dólares e inversiones y la fuga de los pocos que quedan? ¿En la horrorosa gestión de Marcó del Pont, en la mentira sistemática, en la corrupción generalizada, en la impunidad de los funcionarios y amigos del poder que cometen delitos? ¿En el puñado de jueces federales adictos y subordinados al gobierno, en la Procuradora Gils Carbó que echa a fiscales como Campagnoli por el solo delito de investigar a los funcionarios y terceros como Lázaro Báez presuntamente corruptos?
A mitad de febrero, Julián Álvarez, subsecretario, nuevo miembro del Consejo de la Magistratura, militante de La Cámpora, el más honroso título para ingresar al gobierno, ha sostenido que "los jueces deben hacer política" (le faltó decir "política kirchnerista" porque si no, los echan). ¡Qué dicho terrible para una pretendida democracia que no es tal!
También en febrero se publicó el IPC oficial de enero, 3,7%, que anualizado es 44,4%. De tal modo, deben actualizarse todas las variables económicas que provocará cambios fundamentales y el retroceso definitivo de este modelo de destrucción, mentira e iniquidad del kirchnerismo. Y lo han debido hacer porque el país está al borde de la quiebra, no resiste más.
¡Diez años de engaños!
¡Las dictaduras militares nos suspendieron la democracia; los políticos desde 1956 nos defraudaron, pero los K... nos llevaron a la vergüenza, a la indignidad internacional y a una falsa democracia encubridora de un feroz autoritarismo!
Las opiniones vertidas en este espacio no necesariamente coinciden con la línea editorial de Los Andes.