En enero, cuando se hizo evidente la punta del iceberg de la inflación -en el orden del 34% anual- el recorte del presupuesto familiar se reflejó en las compras del supermercado. El volumen de las ventas en las grandes superficies cayó 0,4% promedio en el primer mes del año versus el mismo período del año pasado. Es el primer enero desde 2011 que retrocede la demanda.
El sondeo, hecho por la consultora CCR, incluye 143 categorías de alimentos envasados, bebidas, lácteos, congelados y artículos de limpieza, cosmética y tocador. Si se desagrega el promedio del volumen caído por canasta de productos, se ve claramente que las bebidas impidieron una caída mayor. Sin éstas, el retroceso hubiera sido 1,9%.
Básicamente se registraron caídas muy fuertes en productos más elásticos frente a la demanda, es decir más prescindibles a la hora de achicar el gasto. Es el caso de los artículos de limpieza, que cayeron 3,6% y de cosmética y tocador, 3,3%. También cayeron los volúmenes vendidos de los alimentos secos envasados (0,7%); los lácteos (1,3%) y los congelados (5,9%).
Entre los productos que sumaron ventas figuraron las golosinas (0,3% ), las bebidas con alcohol (4,2 por ciento) y las sin alcohol, (8,6%). Esto ocurrió, según CCR porque, en enero hubo temperaturas muy altas que fortalecieron la demanda de bebidas y a esto se sumó la fuerte actividad promocional que hicieron las empresas. Por otro lado, el mes tuvo muchos cortes de energía, que afectaron las ventas de los productos de heladera y freezer.
El analista de CCR, José Ignacio Amodei, explicó que la caída del consumo "sucede a pesar de haber crecido el número de bocas del canal supermercadista: 10 % en el último año. Por lo tanto, a bocas constantes la reducción es superior", explicó. Entre las causas de la caída se destaca la suba de precios y el deterioro de los salarios.