Los vecinos del barrio Sarmiento, ubicado en el oeste del departamento de Godoy Cruz, han sufrido y conviven a diario con un entorno tan violento que los lleva al punto de temer por sus vidas.
Según contó a Los Andes un vecino de la calle Mar del Plata, desde el año pasado sus vidas están alteradas y en peligro por los reiterados tiroteos que se producen en el lugar.
Al parecer, los tiros van dirigidos a un vecino que vive en la casa colindante a la suya, ya que este joven tiene "problemas" con los integrantes de una conocida banda que se dedica al narcotráfico y opera en el Campo Papa, muy cerca del barrio Sarmiento.
Estos jóvenes cargan además con la "chapa" de ser parte de los denominados "soldaditos de Yaqui", una mujer de 40 años señalada extraoficialmente como la líder de una importante banda narco de la zona.
Todo comenzó entre los meses de julio y agosto del año pasado, cuando los perdigones del disparo de una escopeta, que tenían como destino la vivienda donde habita el hombre buscado, también alcanzaron a las de sus vecinos. Éstos sufrieron la rotura de vidrios, impactos en el frente de sus casas y algunos perdigones llegaron a ingresar en la vivienda, aunque ningún miembro de la familia que la habita resultó herido.
Luego de este incidente todo se tranquilizó, ya que el destinatario de los tiros "desapareció del barrio", contó el vecino atemorizado.
Pero la calma duró unos meses, ya que el sujeto buscado volvió a su residencia y con él, los incidentes.
Saga
La violenta saga tuvo un nuevo capítulo el lunes pasado con otro tiroteo cerca de las 20.30. Esta vez la vivienda del conflicto recibió cuatro balazos en la fachada, mientras que un disparo atravesó el portón del vecino.
Allí funciona un negocio familiar y, teniendo en cuenta el horario, fue un milagro que nadie resultara herido, le relató el hombre a Los Andes.
"Yo me encontraba en un taller a unas cuadras cuando me llamó mi señora y me dijo que habían baleado mi casa y que una bala le había pegado al portón", comentó la víctima, quien detalló que al momento del tiroteo su esposa atendía el negocio.
"Había dos clientes y uno de ellos era un niño", agregó.
"Yo ya no sé qué más hacer, la única solución que encuentro es irme y dejar mi casa que con tanto trabajo y esfuerzo pude comprar. Mi miedo más grande es que me maten a algunos de mis dos hijos o algún familiar", confesó resignado el damnificado.
Preocupado, el hombre confesó que él mismo encontró los casquillos que habían dejado los ataques y pudo deducir que los disparos provinieron desde la plaza del barrio, a sólo unos 20 metros.
A raíz de lo sucedido la Policía llegó hasta el lugar y los propios uniformados reconocieron que esta metodología de intimidación es propia de los famosos "soldaditos de Yaqui", aunque no le brindaron ninguna solución ni seguridad alguna.
Fuentes de la Oficina Fiscal que tiene jurisdicción en la zona admitieron estar al tanto de este tipo de ataques, "que son muchos", pero que al no haber ningún herido los damnificados no realizan la denuncia.
"No tenemos ningún expediente abierto por este tipo de hechos; por lo general, los perjudicados no lo denuncian o terminan 'arreglándoselas solos'", dijeron desde la oficina fiscal.
Sin fin
Lejos de vislumbrar el fin del conflicto, el padre de familia cree que la violencia seguirá.
"Un vecino, que dice que sabe quiénes son los autores de los disparos, se enteró de que (los sicarios de la "Yaqui") van a volver para terminar de cumplir con su objetivo, ya que 'no le habían podido pegar bien'".
"Nosotros somos gente de trabajo, siempre lo hemos sido, al igual que la mayoría de la gente de este barrio, y no es justo que por esta clase de personas tengamos que vivir de esta manera", finalizó el hombre, que tiene la esperanza de que todo esto termine de la mejor manera.
