Y el infierno

Del Cielo al Infierno, y viceversa, a veces hay un solo paso. La temporada entró en zona de Purgatorio y eso supone que el margen del error entra en un recipiente de azafrán. Y esa constante alternancia entre el Hades y el Paraíso configura una recta final a pura adrenalina, donde nueve equipos se baten a duelo para zafar del descenso a la B Nacional.

Después de las caídas en serie ante Boca y Newell's, el panorama bodeguero estaba signado por las tinieblas. Sin embargo, las últimas dos fechas fueron fructíferas para el Expreso. Los triunfos en Córdoba sobre Belgrano y el del lunes frente a un rival directo en la lucha por la permanencia como Atlético Rafaela, le devolvieron el alma al cuerpo al equipo de Almirón.

Repasando la tabla de promedios actual con la de principios del torneo Final resulta impresionante la remontada de Godoy Cruz. De hecho, tras perder en la primera fecha ante Argentinos en La Paternal, el Tomba quedó último en la tabla de promedios con 111 puntos, tres menos que el Bicho, siete menos que All Boys, a varios cuerpos de Quilmes y a doce de Atlético de Rafaela y Tigre. Hoy, poco más de dos meses después de aquel fin de semana de febrero, el Expreso tiene diez puntos por debajo a Argentinos, cinco al Albo, está a una unidad de alcanzar a la Crema y a dos del Matador de Victoria, que tiene un partido menos.

Le costó salir del descenso. Recién escapó en la fecha 14, después de 9 jornadas consecutivas en la zona del miedo. Y, lo que es mejor, lo ha logrado con las mejores armas que puede tener un conjunto, respetando un estilo e intentando siempre jugar al fútbol. Ganando los partidos que tenía que ganar (a Quilmes y Rafaela en el Malvinas), y no perdiendo duelos ante rivales directos en calidad de visitante (Colón, Tigre y All Boys). Superando adversidades como lesiones y suspensiones, apelando a la rotación de un plantel corto y a la audacia de un entrenador que, acertadamente, considera que cada partido es una historia diferente y que al rival se lo debe estudiar.

Más allá de todo ello, el Tomba sabe que todavía falta lo más importante. El tramo final no será fácil ni mucho menos. En el horizonte inmediato tiene un fixture complicado. El próximo domingo enfrentará a Estudiantes en La Plata, ni más ni menos que un candidato al título. El Pincha, que en el actual torneo sólo perdió ante Boca, tiene una de las vallas menos vencidas (recibió sólo 8 goles) y como local no pierde desde el año pasado.

Después vendrá un Vélez ocupado en la Copa Libertadores, aunque siempre peligroso. Y en las últimas dos fechas, Olimpo en Bahía y Racing en el Malvinas. El atenuante es que ambos podrían llegar "salvados" a enfrentar al Tomba.

¿Habrá luz al final del túnel?