Materia documental
Así como te lo digo nunca
nunca los recuerdos se pueden editar
como en esos programas de la siesta
donde justo aparece el sol sobre
[la sabana
y tizna de luz el lomo de unos elefantes
que caminan contra la sed
en alguna zona del África oriental.
Nunca como te lo digo nunca
un recuerdo se domestica del todo
ante ese hombre en off que narra
y borra cualquier sobresalto del guion
cualquier sonido salvaje.
Como te lo digo nunca la materia
de los recuerdos deja la huella esperada
la de ese animal vivo y mutante
que algunos especialistas llaman
a falta de mejor nombre "olvido".
Melodía familiar
Mi padre era Leonardo Favio
o al menos la voz de mi viejo
podía guitarrearla de vez en cuando
al entrar a mi departamento
de recién casado con tres muebles
y cuatro acordes inseguros
que sabían completar el vacío
y la incomodidad.
Años sin hablarnos y una promesa
como estribillo "no revolver el pasado"
así los tonos otra vez cambiaban a
[graves
para imitar una melodía familiar
la cadencia terrosa que cantaba
y encantaba el presente pero otra vez
el rencor, otra vez las notas oscuras
para que todo pacto pasara a ser
una esquiva crónica de niños solos.
El siglo se moría y sobre mi lengua
un milenio entero para entender
por qué nuestra frecuencia sonora
[vibraba
más en el silencio que en la música
que su voz de cantor popular quebró
la mía para siempre y se repite
[ahora en mí
se duplica y se eleva porque yo
yo no puedo olvidarla.
(*) San Martín, Mendoza, 1976. Publicó, entre otros, los poemarios Primera persona y Ciencia ficción. Su último libro es la novela Los cuadernos de Gloria (Premio Vendimia 2017)